miércoles, 12 de diciembre de 2012

Reflexión De La Vida -Crecimiento personal y espiritual - vídeo

El camino que ya recorrimos nos lleva a una reflexión de la vida. ¿Te has detenido en algún momento a pensar y reflexionar en lo que es tu vida, en quién eres, en qué has hecho y qué metas tienes para el futuro?
Es saludable y alentador sentarte un día, tener una reflexión de tu vida y escribir.  Necesitamos reflexionar para mejorar, cambiar y continuar haciendo aquello que nos trae satisfacción y da gloria y honra a Dios.
En una ocasión me senté a pensar y tener una reflexión de mi vida, lo que pasó, lo que he hecho y cómo Dios ha sido bueno y fiel conmigo; luego tome lápiz y papel y comencé a escribir:
1.    Fui escogida desde el vientre de mi madre para servir y honrar a Dios.  Vine  a este mundo por voluntad de Él. En el Salmo 139:13-14 dice el salmista:  Porque Tú formaste mis entrañas.  Tú me hiciste en el vientre de mi madre. Tus ojos vieron mi cuerpo en formación, todo estaba escrito en tu libro. Te alabaré porque formidables, maravillosas son tus obras.
No naciste por coincidencia,  Dios tiene un propósito para tu vida.
2.    Tuve una niñez feliz pues a los 6 años le entregué mi vida a Cristo, y hasta este día puedo decir que cuento con Él en todo momento.
El primer requisito de Dios para que triunfemos en la vida y logremos grandes cosas positivas, es rendir nuestra voluntad y todo nuestro ser a Jesucristo, quien dio su vida por la humanidad, de tal manera que tengamos acceso a Dios y podamos llamarle Padre y escuchar sus instrucciones para el diario vivir.
3.    A la edad de 6 o 7 años, recuerdo reunirme con mis hermanos y vecinos; yo dirigía una reunión cristiana, oraba por los niños enfermos y Dios los sanaba, y recuerdo cómo yo asignaba a mis hermanos lo que ellos tenían que hacer en la reunión. Dios estaba preparándome para el trabajo que ahora realizo.  Creo en los fundamentos soberanos de Dios.
Lo que hiciste en tu pasado, Dios lo usa ahora para que le sirvas y seas de bendición a otros.  Lo que estás haciendo ahora es la preparación para lo que harás mañana.
4.    En mi adolescencia y juventud sé que impacté e inspiré a muchos a amar y seguir a Dios.  Aún en esta etapa de mi vida lo sigo haciendo porque dediqué mi vida para amar, honrar y servir a Dios y a la gente por el resto de los años que tenga por vivir, lo cual considero lo más importante.
¿Qué es lo más importante para tu vida?
Más buscad primeramente el reino de Dios y Su justicia y todas las demás cosas vendrán por añadidura.  Mateo 6:33.
5.    Cuando me enamoré de quien es hoy mi esposo, siempre le dije y lo he practicado: Dios es el primero en mi vida, tú ocupas el segundo lugar. Soy consciente de que Dios no comparte Su Gloria con nadie y Él debe ser el primero en la vida de todos los que le siguen  ¿Quién ocupa el primer lugar en tu vida?
“Yo honro a los que me honran, pero los que me desprecian, serán tenidos en poco” 1 Samuel 2:30.
6.    Fui y soy selectiva con mis amistades. Tengo amigas con las que he llorado, reído, comido, y he recibido su amor, ánimo y motivación para seguir en el camino de la vida con Dios.
¿Puedes hacer la lista de esas amigas y amigos que impactan tu vida y a quienes tú estás impactando con el amor de Dios?
No os unáis en yugo desigual con las incrédulos, pues ¿qué compañerismo tiene la luz con las tinieblas? 2 Corintios 6:14.
7.    A través de los años viviendo momentos felices, inolvidables y maravillosos, pero también difíciles experimentando tristeza, soledad, incomprensiones, compartidos todos con el mayor regalo que Dios me ha dado, la familia, he incorporado a mi vida valores, como el respeto, la honra, la lealtad, la dedicación, el dar sin esperar nada a cambio, el amar incondicionalmente, el invertir tiempo de calidad, y hacer cosas para que se sientan felices los seres que más amo en la vida, y sobre todo "el transmitir los principios de Dios" que no cambian ni con la edad, ni con el tiempo, ni con la cultura, ni con el sexo, y que Dios sea siempre el primero en mi vida, honrándole en mis pensamientos, palabras y acciones.
¿Qué valores has incorporado a tu vida?
Al hacer una reflexión de la vida, puedo decir que soy una persona feliz, realizada, con ánimo de seguir viviendo y permitiendo que el Espíritu Santo siga moldeando mi carácter.
“LO QUE SOY, LO QUE TENGO Y LO QUE PUEDO HACER, SÓLO SE LO DEBO A ÉL”
Soy feliz con mi Dios y cuento con él cada instante de mi vida.  No me pesa haber invertido mi vida para Él.
Espero y pido a Dios que al final de tus días por este mundo, termines con gran satisfacción y paz por haber seguido las sendas que Dios ha trazado para tu preciosa vida.
Tienes mucho para dar. Sigue fiel a Él y ámale con todas tus fuerzas, con toda tu mente y con toda tu alma.
Andad en todo el camino que El Señor, vuestro Dios, os ha mandado, para que viváis, os vaya bien y prolonguéis vuestros días en la tierra que habéis de poseer.
Deuteronomio 5:33.

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