miércoles, 5 de diciembre de 2012

Me Conservaré en el Amor de Dios - Devocional - vídeo

“Conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo, para vida eterna”. Judas 21.
Hoy necesito ser más sensitivo a la necesidad del amor de Dios. Sé que he sido egoísta en esto pensando sólo en la necesidad de mi amor y en como podría satisfacerlo. Lo que encuentro en la Biblia no sólo es que el amor de Dios me llega y me satisface, sino que además Dios me pide que le ame. Jesús le preguntó a Pedro: “¿Pedro, me amas?”. Tres veces lo hizo y creo que hoy la pregunta llega hasta mi corazón.
Cuando el Señor me pregunta si le amo realmente Él lo sabe, pero está pidiéndome que se lo demuestre y que le dé evidencias claras de lo que yo le estoy diciendo. El amor nunca será satisfecho con abstracciones, sino con evidencias tangibles. Normalmente estoy inclinado a no conservarme en el amor de Dios, pero… cuando la Palabra de Dios dice, "conservaos", en realidad está diciendo "manténte" dentro de ese circulo en el cual no sólo recibes, sino que también das.
Pienso en la multitud de veces que sólo he querido disfrutar del amor de Dios, pero, por contra, no me he dado de una manera clara hacia Él. Se me olvida que el amado necesita amantes, el Salvador necesita pecadores, el adorado necesita adoradores. Se me olvida que no sólo debo ser amado por Él, también debo amarle a él. Igual que cuando en oración sólo llego con mi larga lista de peticiones, las cosas que quiero recibir de él, las cosas que quiero que él haga por mí, en vez de entrar a su presencia para abrir mi corazón y dejar que suba ante su trono la ofrenda de olor grato de adoración y amor y, entonces, sentir su dulce rocío de amor y bendición. 
Gracias Señor por tu presencia y tu bondad. Quiero conservarme en tu amor, dulce y poderoso. No quiero perder de vista la gran oportunidad de recibir tu amor, también quiero expresarlo. Aunque Tú habitas en los cielos, quieres también estar cerca de mí y en mí, y que yo, a la vez, llegue a ser uno solo contigo en un compañerismo personal.
Señor ahora entiendo lo que quieres decir en Deuteronomio 32:9 “La porción del Señor es su pueblo”. Santidad es tu más grande requerimiento, pero tu pueblo es tu más grande deleite. Señor ayúdame a deleitarme en ti con cien maneras de expresarte mi amor .
Hoy entiendo que puedo amarte porque Tú primero me amaste. Si me conservo en tu amor, descubriré que la vida entonces tiene sentido y fuerza. La fuerza que al venir de ti me llena y satisface para vivir este día con la satisfacción de amarte y ser amado. Gracias Señor. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario