En la brevedad de nuestra vida sin sentido, ¿quién conoce cómo pasar mejor nuestros días? Nuestra vida es como una sombra. ¿Quién sabe lo que sucederá en este mundo después de la muerte? Eclesiastés 6:12
Un profesor delante de su clase de filosofía, sin decir ninguna palabra, tomó un frasco grande y vacío de mayonesa y procedió a llenarlo con pelotas de golf. Luego les preguntó a sus estudiantes si el frasco estaba lleno. Los estudiantes estuvieron de acuerdo en decir que “sí”. Así que el profesor tomó una caja llena de canicas y la vació dentro del frasco de mayonesa. Las canicas llenaron los espacios vacíos entre las pelotas de golf. El profesor volvió a preguntar a los estudiantes si el frasco estaba lleno, y ellos volvieron a decir que “sí”. Luego el profesor tomó una caja con arena y la vació dentro del frasco. Por supuesto que la arena llenó todos los espacios vacíos, así que el profesor preguntó nuevamente si el frasco estaba lleno. En esta ocasión todos los estudiantes respondieron con un “sí” unánime. El profesor enseguida agregó dos tazas de café al contenido del frasco y efectivamente llenó todos los espacios vacíos entre la arena.
Todos los estudiantes se reían y cuando dejaron de hacerlo, el profesor les dijo: “Quiero que se den cuenta de que este frasco representa la vida”. Las pelotas de golf son las cosas más importantes como Dios, la familia, los hijos, la salud, los amigos, todo lo que nos apasiona. Son cosas que aún si todo lo demás lo perdiéramos y sólo quedaran éstas, nuestras vidas aún estarían llenas. Las canicas son las cosas complementarias, como el trabajo, la casa, el coche, etc. Y la arena es todo lo demás.
Si pusiéramos primero la arena en el frasco, no habría espacio para las canicas ni para las pelotas de golf. Lo mismo ocurre con la vida; si gastamos todo nuestro tiempo y energías en las cosas pequeñas, nunca disfrutaremos de las cosas realmente importantes.
Nos pasamos la vida esperando que pase algo y lo único que pasa es la vida. No entendemos el valor de los momentos hasta que se han convertido en recuerdos. Por eso, este día empieza a prestar atención a las cosas que son cruciales para tu felicidad. Ve con tu pareja a cenar, juega con tus hijos, tómate tiempo para ir al doctor, practica tu deporte o afición favorita... Siempre habrá tiempo para limpiar la casa y reparar el coche. Ocúpate primero de las pelotas de golf, o sea, de las cosas que realmente importan. Establece prioridades, el resto es sólo arena…
Nunca es demasiado tarde para empezar de nuevo si depositas toda tu confianza en Dios.
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