viernes, 9 de noviembre de 2012

Obedece sólo mi voz - Devocional - vídeo


Siempre te estoy hablando de diferentes maneras, a veces directa o indirectamente, otras veces utilizo algo o a alguien. Y sabes que soy yo; sabes que te pido que hagas algo y no lo haces; te digo que le digas una palabra a alguien; dudas y no lo haces.
Piensas que no soy yo, que son ideas tuyas, pero dentro de ti habita mi espíritu, por lo tanto quiero tener comunicación contigo y que tú la tengas conmigo constantemente.
Hijo, hija, quiero que estés atento a mi voz, pero me entristezco cuando dudas y no obedeces a lo que te hablo y te mando que hagas, e imitas la conducta que una vez tuvo Jonás de ignorar…
Existe otra voz que es como dardo de fuego a tu mente; a ésa muchas veces oyes y obedeces más que a la mía cuando te digo que no puedes hacer tal cosa, que no puedes predicar, que no puedes profetizar, que no puedes servir, cantar, danzar, enseñar, etc., y lo llegas a creer porque no te diriges hacia mí.
Porque esa voz que te oprime, porque esa voz que va en contra de lo que yo te quiero dar sí se te hace más fácil creerla. Quizás se acomoda más a la realidad porque lo que yo te digo es difícil de creer, pero yo soy el Todopoderoso. Y sin fe es imposible agradarme, escucha mi voz y obedece, ¡No dudes!.
No escuches la voz de la derrota, la voz del “tú no puedes”; a veces esas palabras te detienen y parece que las obedeces.
Inclina tu oído, quieto te hablaré y  seguro que harás porque yo te he dado el poder y la autoridad, pero en el momento que dudes y oigas esa voz negativa... no podrás. ¡Vamos, anímate! Oye sólo mi voz y empezarás a ver como YO hago posible lo imposible; es mi poder, yo sólo quiero usarte.

Oye, hija, y mira, e inclina tu oído;
Olvida tu pueblo, y la casa de tu padre;
Y deseará el rey tu hermosura;
E inclínate a Él, porque Él es tu Señor.

Salmo 45:10-11

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