viernes, 9 de noviembre de 2012

No culpes a nadie - Aceptación

No culpes a nadie

Nunca te quejes de nadie, ni de nada, porque fundamentalmente tú has hecho lo que querías en tu vida.
Acepta la dificultad de edificarte a ti mismo y el valor de empezar corrigiéndote.
El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas de su error.
Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte, afróntalas con valor y acéptalas.
De una manera u otra es el resultado de tus actos y prueba de que tú siempre has de ganar.
No te amargues de tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño.
Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar.
No olvides que la causa de tu presente es tu pasado así como la causa de tu futuro será tu presente.
Aprende de los audaces, de los fuertes, de quien acepta las situaciones, de quien vivirá a pesar de todo; piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo, y tus problemas, sin eliminarlos,  morirán.
Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande que el más grande de los obstáculos; mírate en el espejo de ti mismo y serás libre y fuerte y dejarás de ser un títere de las circunstancias, porque tú mismo eres tu destino.
Levántate y mira el sol por las mañanas y respira la luz del amanecer.
Tú eres parte de la fuerza de tu vida, decídete y triunfarás en la vida; nunca pienses en la suerte, porque la suerte es “el pretexto de los fracasados”.


Aceptación
Aceptación significa que puedes encontrar en tu corazón la serenidad que te libere del pasado con sus errores y pesares, que te transporte hacia el futuro con una perspectiva nueva, y te haga apreciar la oportunidad de una nueva vida.
Aceptación significa que cuando haya momentos difíciles en tu vida sabrás hallar el amparo y el consuelo para aliviar tus pesares. Hallarás nuevas aspiraciones y esperanzas, e indulgencia en tu corazón.
Aceptación no significa perfección para siempre. Sólo significa que te sobrepondrás a la imperfección.
Aceptación es la senda hacia la paz, para liberarte de lo peor, conservar lo mejor, y hallar en tu alma la esperanza que te acompañe toda la vida.
Aceptación es la mejor defensa del corazón, el mayor bien del amor, y la manera más fácil de seguir creyendo en ti y en los demás.

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