viernes, 26 de octubre de 2012

Recibiré Mi Galardón - devocional

Entonces dirá el hombre: Ciertamente hay galardón para el justo; ciertamente hay Dios que juzga en la tierra. Salmos 58:11.
No siempre son reconocidos los juicios de Dios en la tierra, porque a veces un mismo hecho no a todos atañe por igual. Vivimos en un estado de prueba, no de recompensa. Sin embargo, en ocasiones la justicia de Dios se manifiesta de un modo un tanto.... equívoco, de manera que aún los indiferentes se ven obligados a reconocer su intervención.
En esta misma vida los justos reciben esta recompensa preferida a todas las demás cosas, a saber: la tranquilidad de conciencia. A veces reciben otros beneficios, porque no quieren ser deudores de nadie. No obstante, la recompensa de los justos está reservada para la vida futura. Entre tanto, podemos reconocer en gran manera los juicios de Dios en medio de las naciones, de todos nosotros.
Él hace añicos los tronos de los tiranos y castiga a los pueblos culpables. Nadie puede estudiar la historia del alza y la baja de los imperios sin reconocer un poder que obra con justicia, y que cita la iniquidad ante su tribunal para condenarla inexorablemente. El pecado no quedará sin castigo, ni la bondad sin recompensa. El Juez de toda la Tierra siempre hará lo que es justo. Por eso temámosle y no nos amedrentemos ante el poder de los malvados.
Hoy mi vida recibirá recompensa de parte de Dios.
Gracias Señor por tu amor manifestado en recompensa. La mayor recompensa es la Vida eterna. Amén.

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