jueves, 25 de octubre de 2012

A Dios no se le escapa lo que haces para Él - vídeo

En muchas ocasiones creemos que lo que hacemos no tiene un gran valor, quizá porque nadie se da cuenta del esfuerzo que nos supone hacerlo o quizá porque no recibimos ni una sola felicitación por la obra que estamos llevando a cabo.
Y es que hoy en día vivimos en un mundo en donde ya no se suele reconocer el trabajo, el esfuerzo o la dedicación que alguien tiene para realizar determinado trabajo. Todo parece lógico y normal. Estamos tan acostumbrados a una rutina que a veces parecemos máquinas que hacemos todo por pura programación.
Él pone en mi corazón que hay muchas personas que están realizando un trabajo para el Señor y que no están siendo reconocidos, pero al mismo tiempo siento en mi corazón que Él quiere que sepa que mi trabajo no es en vano y que Él esta observando mi esfuerzo.
Y es que eso es lo lindo de trabajar para el Señor; que todo lo que hacemos tiene un valor especial para Él, porque Él sí lo valora, porque Él sí nos ve y seguramente nos recompensará por nuestro esfuerzo.
En ocasiones no recibirás ni siquiera un “gracias” por lo que estás haciendo, quizá no te dirán que estuvo bonito tu trabajo, y en algunos casos ni siquiera notarán que tú fuiste parte de algo, pero sin embargo, aunque para nosotros se nos escape tu trabajo o tu esfuerzo, hay alguien que lo vio y que está contento por lo que hiciste.
La Biblia nos recuerda algo importante: “Todo lo que hagan, háganlo de buena gana, como si estuvieran sirviendo al Señor Jesucristo y no a la gente. Porque ya saben que Dios les dará, en recompensa, parte de la herencia que ha prometido a su pueblo. Recuerden que sirven a Cristo, que es su verdadero dueño.” Colosenses 3:23-24 (Traducción en lenguaje actual).
En muchas ocasiones hice algunas tareas para el Señor y no recibí ni un gracias, ni una palabra que me animara a seguir haciéndolo, sin embargo comprendí que lo que hago no lo hago para encontrar el favor o la aprobación humana, sino más bien para agradar a Aquél que un día creyó en mí, a Aquél que un día me buscó, me llamó, me perdonó y me dio una nueva vida.
Puede que estés pasando por un momento de tristeza al ver que nadie nota lo que haces para el Señor; sin embargo eso no quiere decir que a Dios se le escape lo que estás haciendo para Él. De ninguna manera. Dios está pendiente de cada cosa por pequeña que creas que es; Él se siente gozoso de verte hacerlo y eso debería ser razón suficiente para seguir sirviéndole a Él, porque si de algo puedes, y debes, estar seguro es de que tú le sirves a Él.
Anímate a seguir sirviéndole, a seguir haciendo cosas para el Señor, que nada te desanime, que nada te quite el gozo que Dios puso en tu corazón, y que a pesar de no recibir ni un pequeño reconocimiento a tu trabajo sigas haciéndolo porque no estás para recibir reconocimientos, sino más bien para reconocer a través de tu trabajo lo que Dios ya hizo por ti dándote vida y vida en abundancia.
Deja de pensar en dejar de hacer lo que haces para el Señor, quita de tu mente que lo que haces no tiene importancia. Por muy humilde que sea tu servicio, por muy pequeño que creas que es tu privilegio, ¡sigue haciéndolo! porque si eres fiel en lo poco Dios te pondrá en lo mucho. A Él nada se le escapa, Él está pendiente de cada detalle y está muy feliz de ver como tu vida ha cambiado y ahora le sirves a Él.
Si el hombre no reconoce tu esfuerzo o tu trabajo para el Señor, ¡no te preocupes!, Dios sí ha tomado en cuenta todo lo que has hecho, estás haciendo y lo que harás para Él, y Él a su debido tiempo te recompensará por el esfuerzo, dedicación y pasión con la que le sirves.

¡Adelante, siervo de Dios!

“Estoy enterado de todo lo que haces. Sé muy bien que me amas y que no has dejado de confiar en mí; también sé que has servido a los demás, y que ahora los estás ayudando mucho más que al principio”. 

Apocalipsis 2:19 (Traducción en lenguaje actual)

No hay comentarios:

Publicar un comentario