A veces en la vida tenemos que tomar esa clase de decisiones que no quisiéramos tomar, pero todo apunta a que es necesario actuar, sobre todo cuando Dios ya te dio la confirmación de que tienes que hacerlo.
Hay decisiones muy difíciles que ninguno de nosotros quisiéramos tomar o llegar a ese punto en donde debemos elegir pero, a diferencia de antes, ahora podemos apoyarnos en Dios, hacer de Él nuestra Fortaleza y nuestra Guía para que siempre nos vaya bien.
Dios ha prometido lo siguiente:
“Aunque tengas graves problemas, yo siempre estaré contigo; cruzarás ríos y no te ahogarás, caminarás en el fuego y no te quemarás”
Hay una promesa maravillosa para tu vida: la presencia de Dios contigo y su protección es lo único que necesitas para saber que estás seguro en Él.
Si Dios es quien te está impulsando a tomar esa decisión, entonces ¡no tengas miedo!. ¡Avanza con valor! Porque cuando Dios habla hay seguridad total de victoria.
Sigue las instrucciones de Dios, sé obediente, ten valor, no dudes porque su presencia va contigo, no hay problema, no hay ríos, no hay fuego ni nada que te detenga en el camino hacia tu victoria, porque Él ha prometido estar contigo.
Cuando depositas tu confianza total en Dios, y dejas de sentir duda o temor por la decisión que Dios te está impulsando a tomar, entonces Él honrará tu fe y confianza haciendo una obra maravillosa que al verla te sorprenderás y te darás cuenta de cómo Él nunca se equivoca.
Nunca dudes de la obra de Dios en tu vida, nunca dudes de lo que Dios habla a tu corazón, nunca desconfíes de su presencia sobre tu vida, porque hay una promesa hecha por Él mismo de estar contigo siempre, por lo tanto ¡Avanza siempre sin temor!
¡Él cumplirá sus planes en tu vida!
“El Señor llevará a cabo los planes que tiene para mi vida, pues tu fiel amor, oh Señor, permanece para siempre. No me abandones, porque tú me creaste”.
Salmos 138:8 (Nueva Traducción Viviente)
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