La espontaneidad del humor refleja la manera en que Dios creó al hombre. Es beneficioso tanto física como emocionalmente. La risa puede impedir que una situación tensa acabe en palabras amargas o en resentimientos.
Aunque Jesús era "varón de dolores y experimentado en aflicción" (Isaías 53:3), es creíble que se riera a menudo. A veces Jesús usaba el humor para enseñar algo. ¡Imagínate un camello tratando de escurrirse por el ojo de una aguja! (Mateo 19:24).
Entre ustedes ni siquiera debe mencionarse ninguna clase de impureza o de avaricia...Tampoco conversaciones necias ni chistes groseros (Efesios 5:3-4)
Entonces, ¿de qué nos reímos? ¿Qué clases de historias nos contamos unos a otros? ¿Se reiría Jesús con nosotros? Yo creo que sí... siempre que el humor sea sano.
REÍRSE ES SER PLENAMENTE HUMANO
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