miércoles, 25 de julio de 2012

Estaré en descanso y reposo-vídeo

Señor, quiero aprender a quedarme quieto y esperar tu enseñanza y así podré hacer lo que es justo y correcto.
Si hoy llegan emergencias, ayúdame, ayúdame a controlar mis impaciencias e inquietudes y quiero aprender a sentarme y quedarme quieto, ante ti, porque cuando me acerco a ti; me acerco a la vida y a la fuerza.
“Porque así dice el Señor: El Santo de Israel. En descanso y en reposo seréis salvos; En quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Isa 30:15
 Hoy, es un día en el cual comprenderé que hay veces, cuando el Señor me pide como discípulo, que deberé quedarme quieto y no hacer nada. Especialmente cuando parece que todos a mi alrededor están tan desesperados y frenéticamente ocupados terminando en cansancio sin lograr lo que quisieron.
Algunas veces el Señor me dice que me quede quieto cuando la emergencia llega. Yo sé que quedarse quieto cuando todo alrededor parece derrumbarse, exige una gran cantidad de fortaleza. La inactividad parece irracional cuando todos esperan que yo sea activo, pero lo importante es que el Señor me ha dicho tal como lo dice a través del profeta Isaias. En descanso y en reposo seréis salvos, en quietud y en confianza será vuestra fortaleza.
Hoy necesito entender que ante la presencia de Dios una emergencia no significa desastre para un discípulo del Señor, más bien significa una encrucijada.
La emergencia no lleva a preguntarle a Dios, ¿qué quieres que haga Señor?. Cuál es el camino correcto a tomar y preguntas como ésta no se pueden hacer mientras corremos, pero si cuando nos sentamos y descasamos en Él.
No es sentarme y ser indiferente e ignorar la emergencia. Es sentarme pidiendo la orientación de aquel que todo lo puede.
La Biblia me recuerda que Jesús en muchas ocasiones abrió su boca y dio respuestas pero también me dice que varias veces cerró sus labios y no contesto ninguna pregunta.
Habrá veces en este día cuando yo no debo decir nada, sino simplemente sentarme y esperar que Dios me dirija sobre lo que debo hablar o lo que debo hacer. Si así lo hago, entonces descubriré que la fortaleza viene a mí porque viene de Aquél en quien he puesto mi confianza y me ha guiado.
Señor, Tú sabes como me cuesta quedarme quieto….quiero siempre correr y tomar acción por mis propias manos, porque he creído que siempre tengo las respuestas, pero entiendo que no tengo todas las respuestas…Tú las tienes.
Señor, cuando las emergencias llegan, he salido corriendo para atenderlas a mi manera y Hoy…no quiero hacerlo más.
Quiero aprender a quedarme quieto y esperar tu enseñanza y así podré hacer lo que es justo y correcto.
Padre, Si hoy llegan emergencias ayúdame a no olvidar este verso de hoy …ayúdame a controlar mis impaciencias e inquietudes y quiero aprender a sentarme y quedarme quieto, ante ti…porque cuando me acerco a ti…me acerco a la vida y a la fuerza. Amén

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