“Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, y que conforme a tu fidelidad me afliges” Salmo 119:75
Hoy, necesito comprender que muchas veces Dios trata con sus discípulos sobre la base de “las crisis”. Hay una cierta reacción rápida generada por la crisis que nunca ocurre en los procesos lentos y largos. Los evangelios nos hablan de dos hombres Nicodemo y José de Arimatea. Ellos fueron discípulos secretos de Jesús. No pertenecían al grupo de los doce, ni de los setenta ni de los quinientos. Ellos siguieron a Jesús en las sombras y a la distancia. De pronto súbitamente Dios envío una crisis .La crisis de la cruz y los dos discípulos ocultos salieron a la luz al escenario público.
El evangelista Juan dice de ellos esto en el capitulo 19:38-39
“Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, pero secretamente por miedo de los judíos, rogó a Pilato que le permitiese llevarse el cuerpo de Jesús y Pilato se lo concedió. También Nicodemo, el que antes había visitado a Jesús de noche, vino trayendo un compuesto de mirra y aceites..tomaron pues el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en lienzos con especias aromáticas”.
Dios a menudo usa las crisis como una herramienta para hacernos declarar, fortalecer o purificar a sus discípulos. Hoy, debo recordar que la trayectoria del pueblo de Israel por el desierto, nos impresiona al notar el gran número de crisis que ellos atravesaron: Sed, hambre, serpientes, enemigos, rebeliones y acerca de ello Dios dice en
Deuteronomio 8:2 “ Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído el Señor tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos.”
El desierto para Israel fue algo educacional. El desierto fue diseñado por Dios para mostrarles a ellos las tendencias del mal que estaban en sus corazones. Para mi también la vida será una serie de crisis en medio de las cuales mi compromiso será mucho más fuerte y sólido o lentamente se debilitará hasta ser consumido por la crisis.
Hoy no debo evadir las crisis si ellas se presentan pues sé que tendré a mi lado la mano de quien la permite para que yo pueda crecer, fortalecerme y conocer lo que hay dentro de mi corazón.
“Señor… Gracias por los días claros, pero también por los oscuros. Sé que las crisis que puedan venir a mi vida no están desligados de tu propósito. Amén.
La crisis según Albert Einstein
“No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo.
La crisis, es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado.
Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones.
La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia.
El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos.
Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no querer luchar por superarla.
Albert Einstein.
1879-1955.
1879-1955.
Filipenses 4:13
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
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