sábado, 19 de marzo de 2016

Acércate a la fuente

Son muchas las veces que hablamos de la espera, la paciencia y la confianza, pero hay momentos en los que necesitamos hacer realmente algo. Aunque es bien cierto que hay cosas que no están en nuestras manos, hay muchas otras que sí y que requieren una disposición e interés en hacer que sucedan.
fuenteDios puede hacer muchas cosas por ti, por ayudarte, pero depende mucho de tu actitud hacer que eso suceda. Estás pidiendo la ayuda de Dios, pero… ¿estás haciendo lo que a ti te corresponde?
Dios siempre está interesado y dispuesto en ayudarnos, tiene un gran deseo por llevarnos a ver cumplido cada uno de nuestros sueños y más grandes metas, pero eso no quiere decir que no tengamos que hacer nada, sino más bien, que en la medida que sea nuestro deseo o petición, así debe ser la medida de nuestro esfuerzo y disposición por hacer lo que esté en nuestras manos.
Dios es esa fuente de agua viva de la que tanto deseamos beber, pero la fuente no viene al sediento, sino que el sediento se acerca a la fuente. Dios quiere ayudarte y escucha todas tus peticiones y necesidades, pero no puedes cruzarte de brazos, debes luchar, teniendo la seguridad de que Dios es tu ayuda y te dará fuerzas para hacerlo.

Presencia

Los pasajeros del autobús observaban con simpatía a la atractiva joven con bastón blanco, a cada paso que daba. Ella pagó al conductor, y usando sus manos para sentir el puesto de la silla, caminó por el pasillo y encontró el sitio que él le dijo estar vacío. Después de sentarse, puso su maletín en sus piernas y colocó su bastón contra ellas.
Había transcurrido un año desde que Susan, de treinta y cuatro años, quedó ciega. Debido a un mal diagnóstico médico, había quedado sin visión, y fue súbitamente conducida al mundo de la oscuridad, de la frustración, del enojo.
Tiempo antes fue una mujer que defendió con ferocidad su independencia, pero ahora Susan se sentía condenada por este terrible giro de la fatalidad, a ser impotente, sujeta a la ayuda de quienes estaban a su alrededor.
“¿Cómo pudo pasarme esto a mí?” expresaba, y su corazón denotaba un terrible enojo.
Pero no importaba cuánto había llorado o suplicado, sabía la dolorosa realidad de que su visión jamás sería recuperada. Una nube de depresión cayó sobre ella. Todo lo que tenía era a su esposo Mark.
Mark era un oficial de las Fuerzas Aéreas, y amaba a Susan con todo su corazón. Al principio, cuando ella perdió la visión, él la observaba hundida en la desesperación y comenzó a ayudar a su esposa a recuperar fuerzas y confianza.
Pero ella necesitaba llegar a ser independiente otra vez. Su trasfondo militar lo había entrenado bien para lidiar con situaciones delicadas, pero él sabía que esta era la batalla más difícil a la que se había enfrentado.
Finalmente, Susan se sintió preparada para volver a trabajar, ¿pero cómo llegaría a ese lugar?
Ella estaba acostumbrada a tomar el autobús, pero ahora era muy dificultoso circular por la ciudad por ella misma.
Mark se ofreció a llevarla al trabajo todos los días, a pesar de que trabajaban en lugares distantes de la ciudad. Al principio, esto confortaba a Susan y llenaba la necesidad de Mark de proteger a su invidente esposa, quien se sentía muy insegura de superar este aspecto.
Pronto, sin embargo, Mark entendió que este método no estaba funcionando, era costoso y extenuante. Susan iba a tener que empezar a tomar nuevamente el autobús, se decía para sí. Pero solo pensar mencionarle esto a su esposa lo hacía temblar. Ella estaba todavía muy frágil y muy enojada. ¿Cómo reaccionaría?

Deja el pecado


¨De igual manera, el pecado ya no tiene poder sobre ustedes, sino que Cristo les ha dado vida, y ahora viven para agradar a Dios.¨
Romanos 6:11 (Traducción en Lenguaje Actual)
Una vez que decidimos entregar nuestra vida a Jesús, se marca un antes y un después, lo cual quiere decir que lo malo que había en nosotros quedó atrás e iniciamos una nueva vida, tratando de no cometer los mismos errores del pasado y dejando, en la medida de lo posible, de hacer las cosas malas que nos hacen sentir mal y que no le agradan a Dios. Cristo murió para darnos vida en abundancia, para que la tengamos en total pureza y santidad.
pecado¨Así que no dejen que el pecado los gobierne, ni que los obligue a obedecer los malos deseos de su cuerpo. Ustedes ya han muerto al pecado, pero ahora han vuelto a vivir. Así que no dejen que el pecado los use para hacer lo malo. Más bien, entréguense a Dios, y hagan lo que a él le agrada.¨ Romanos 6:12-13 (Traducción en Lenguaje Actual).
El enemigo nos destruye si nosotros se lo permitimos. Cuando cedemos ante la tentación y caemos en pecado, le damos la autoridad de acusarnos y que gobierne nuestra vida. Por supuesto, un verdadero hijo de Dios eso no lo puede permitir. La palabra dice:
¨No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportarla.¨ 1 Corintios 10:13 (Reina-Valera 1960).

Aunque los demás digan que es imposible

Las mariposas emergen de sus crisálidas con las primeras luces de la mañana y, después de engalanar el mundo con la variedad multicolor de sus alas, llegan al atardecer de su existencia cuando apenas llevan pocas horas revoloteando.
Esa fue una de tantas enseñanzas que aprendieron Patricia y su hija Vanesa, cuando dieron vida a una idea que les surgió una tarde tras visitar un mariposario en los Estados Unidos. “¿Qué pasaría si exportamos ejemplares desde nuestro país?”, se preguntaron, para enviar mensualmente cuatrocientos ejemplares disecados.
Comenzar no fue fácil. Al contrario, pues les tocó enfrentarse a la oposición de amigos y conocidos que les aconsejaban no emprender un proyecto de esa dimensión. “Fracasarán”, insistían. Pero el empeño, la fe y el optimismo, pudieron más que las voces pesimistas. Y hoy tienen un criadero en un paradisíaco lugar en las montañas, desde las que se aprecia la hermosura del valle surcado por el río principal.
El mundo conoce ahora esas mariposas, de las 3.500 especies diurnas y 45.000 nocturnas que embellecen los estudios, las salas y las estancias de los coleccionistas.