sábado, 22 de marzo de 2014

Uno como nosotros

A Jesús se le concede el honor de ser el sacerdote que nos representa ante Dios.
Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres es constituido a favor de los hombres en lo que a Dios se refiere, para que presente ofrendas y sacrificios por los pecados; para que se muestre paciente con los ignorantes y extraviados, puesto que él también está rodeado de debilidad; y por causa de ella debe ofrecer por los pecados, tanto por sí mismo como también por el pueblo. Hebreos 5:1-3.
La maraña de mentiras que confunden nuestra perspectiva llevó al profeta Jeremías a declarar: "El corazón humano es lo más engañoso que hay, y extremadamente perverso. ¿Quién realmente sabe qué tan malo es?" (17.9 – NTV). 
Aunque lo verdaderamente cierto y lo único a tener en cuenta es que, no lograremos librarnos de esa condición sin la ayuda de otro. Y para ello, el autor de Hebreos anuncia que contamos con el socorro de un Sumo Sacerdote. 

Corre a ÉL y serás levantado

Torre fuerte es el nombre del Señor; a Él correrá el justo, y será levantado. Proverbios 18:10.
Una escena llamó mi atención al entrar en una tienda en mi ciudad. Vi a una niña de 2 o 3 años, no más, que alzaba sus brazos y corría hacia su mamá para que la levantara y la cargara, porque al parecer estaba cansada y sabía que en los brazos de mamá estaría segura, y que era el mejor lugar en el que podía estar.
En nuestra vida, muchas veces en vez de correr a los brazos de Aquel que nos puede levantar y dar descanso, corremos en otras direcciones..., buscamos ayuda en parientes, vecinos, hermanos, gente a nuestro alrededor,... y el último de quien nos acordamos es de Aquel que levanta al caído por Su Poder para ello.
Torre fuerte es el nombre del Señor; a El correrá el justo, y será levantado. Proverbios 18:10.
Puede que hayas caído y aún estés postrado en el mismo lugar de hace una semana, meses,... o años, pero Dios tiene un mensaje para tu vida. ¡Óyelo!, es tiempo de que CORRAS A ÉL PARA QUE SEAS LEVANTADO. Puede que buscaras ayuda en la gente que te rodea, y desgraciadamente te defraudaron, te dieron la espalda, se burlaron de ti; confiaste en ellos y lo que hicieron fue traicionarte, pero hay una Persona que nunca te defrauda, que está dispuesta a aliviar tu carga y hacerte descansar, y ése se llama JESUCRISTO.

Un verdadero discípulo

Un joven fue a ver a Jesús y le preguntó: -Maestro, ¿qué cosa buena debo hacer para tener vida eterna?
Jesús le contestó: -¿Por qué me preguntas qué cosa es buena? Sólo Dios es bueno. Si quieres vivir de verdad, obedece los mandamientos.
El joven preguntó: -¿Qué mandamientos?
Woman walking on sandbeach in the caribbeanJesús le dijo: -No mates; no seas infiel en tu matrimonio; no robes; no mientas para hacerle daño a otra persona; obedece y cuida a tu padre y a tu madre; ama a los demás tanto como te amas a ti mismo.
Entonces el joven dijo: -Todos esos mandamientos los he obedecido. ¿Qué más puedo hacer?
Jesús le dijo: -Si quieres ser perfecto, vende todo lo que tienes y repártelo entre los pobres. Así, Dios te dará un gran premio en el cielo. Luego ven y conviértete en uno de mis seguidores.
Cuando el joven oyó eso, se fue muy triste porque era muy rico.
Jesús entonces les dijo a sus discípulos: -Les aseguro que es muy difícil que una persona rica entre en el reino de Dios. En realidad, es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja, que para una persona rica entrar en el reino de Dios.
Los discípulos se sorprendieron mucho al oír lo que Jesús dijo y comentaban entre ellos: -Entonces, ¿quién podrá salvarse?
Jesús los miró y les dijo: -Para la gente lograr eso es imposible; pero para Dios todo es posible.

¿Te encuentras sin esperanza?

La esperanza no avergüenza, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado. No perdamos la esperanza. Dios es fiel a Sus promesas. Romanos 5:5.
Cuando crees que todo está perdido, que no tienes salida, que el dictamen médico dice que es una enfermedad incurable, que tus finanzas están por el suelo, que tu hogar se deshizo, y te encuentras sin esperanza, piensa que "hay un Dios que todo lo ve, también que es Todopoderoso, para Él no hay nada imposible, que es Omnisciente, sabe todo lo que sentimos y nos pasa, que es Omnipresente, está en cualquier lugar de este planeta tierra, porque de Él es la tierra y Su plenitud".
Si crees estar sin esperanza, reflexiona sobre la actitud que tomarás ante cualquier crisis que vivas tú, tu familia, tu país; corre a Dios que te entiende, pídele Su perdón y Su ayuda, porque cuando Él entra en acción, nadie le puede parar, y la Esperanza en Él nos da fuerzas.
Él nos llama a escucharle y obedecerle, para que no nos volvamos locos y no pronunciemos más: "Estoy sin Esperanza."

Alcanza tus metas

En 1883, un creativo ingeniero de nombre John Roebling, se inspiró en la idea de construir un espectacular puente que conectase Nueva York con Long Island. Sin embargo, los expertos en construcción de puentes de todo el mundo pensaron que aquello era imposible y le dijeron a Roebling que se olvidara de la idea. Simplemente no podía hacerse; no era práctico, y nunca se había hecho anteriormente.
Roebling no pudo ignorar la visión que tenía en mente de este puente. Pensaba en ello todo el tiempo y sabía muy dentro de sí que se podía hacer. Sólo tenía que compartir su sueño con alguien más. Después de muchas discusiones y persuasiones logró convencer a su hijo, Washington, un ingeniero novato, de que el puente podía construirse.
Trabajando juntos por vez primera, padre e hijo desarrollaron conceptos de cómo podría lograrse y cómo vencer los obstáculos. Con un gran entusiasmo e inspiración, y la motivación de un desafío, estimado por muchos como delirante, emplearon su cuadrilla de trabajo y comenzaron a construir su puente de ensueño.
El proyecto comenzó bien pero, cuando llevaba unos pocos meses de iniciado, un trágico accidente en el lugar, se cobró la vida de John Roebling. Washington resultó herido y con un cierto grado de daño cerebral, que le significó no poder caminar, hablar e incluso moverse. “Se lo dijimos”. “Hombres locos y sus sueños locos”. “Es tonto perseguir visiones alocadas”.
Todos tenían un comentario negativo que hacer y creían que el proyecto debería ser archivado, ya que los Roeblings eran los únicos que sabían cómo construir el puente. A pesar de su limitación, Washington nunca se desanimó, seguía teniendo un ardiente deseo de terminar el puente, y su mente estaba tan despierta como siempre.
Intentó inspirar y transmitir su entusiasmo a algunos de sus amigos, pero estaban demasiado intimidados por la tarea. Mientras yacía en su cama del hospital, con los rayos del sol filtrándose por las ventanas, una suave brisa abrió las delgadas cortinas blancas y pudo ver fuera el cielo y los árboles durante un momento.
Parecía haber un mensaje para él de no rendirse. De repente se le ocurrió una idea. Todo lo que podía hacer era mover un dedo y decidió hacer su mejor uso de eso. Haciéndolo, poco a poco desarrolló un código de comunicación con su esposa. Tocaba el brazo de su esposa con ese dedo, indicándole que quería que llamase a los ingenieros de nuevo. Entonces usó el mismo método para tocar su brazo y así decirles a los ingenieros qué hacer. Parecía absurdo, pero el proyecto estaba de nuevo en camino.
Durante 13 años, Washington comunicó sus instrucciones con toquecitos de sus dedos al brazo de su esposa, hasta que se terminó el puente. Hoy, el espectacular Puente de Brooklyn se yergue en toda su gloria, como un tributo al triunfo del indomable espíritu de un hombre y su determinación de no ser derrotado por las circunstancias. Es también un tributo a los ingenieros y su trabajo en equipo, y a su fe en un hombre considerado loco por medio mundo. Se levanta como un monumento tangible al amor y devoción de su esposa que, durante 13 largos años, pacientemente decodificó los mensajes de su esposo y les dijo a los ingenieros qué hacer.