Por lo demás, me está reservada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida. 2ª Timoteo 4:8

Poco antes de morir, el apóstol Pablo le escribió a su pupilo Timoteo: Yo ya estoy próximo a ser sacrificado. El tiempo de mi partida está cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está reservada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida. (2 Timoteo 4:6-8). Pablo sabía que su tiempo en la tierra estaba a punto de terminar, al igual que el Dr. King. Ambos vivieron vidas increíblemente significativas, pero nunca perdieron de vista la vida verdadera que estaba por delante.
Así como ellos, nosotros no nos fijemos en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas (2 Corintios 4:18).
Padre, ayúdanos,
ayúdanos a fijar nuestros ojos en ti.
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