domingo, 1 de marzo de 2020

Paz en medio de la tormenta

Jesús calma la tempestad

Resultado de imagen de paz en medio de la tormenta bibliaEntró él en la barca y sus discípulos lo siguieron. Y se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía. Se acercaron sus discípulos y lo despertaron, diciendo:
—¡Señor, sálvanos, que perecemos!
Él les dijo:
—¿Por qué teméis, hombres de poca fe?
Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar, y sobrevino una gran calma. Los hombres, maravillados, decían:
—¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar lo obedecen? Mateo 8:23-27
Hay una alabanza muy conocida que tiene por título “Paz en la tormenta”. Es una alabanza preciosa que en su letra nos dice lo siguiente:  
"Puedes tener paz en la tormenta. 
Fe y esperanza cuando no puedas seguir.
Aún con tu mundo hecho pedazos
el Señor guiará tus pasos 
en paz, en medio de la tormenta". 
Verdaderamente la paz es una bendición maravillosa de nuestro Dios. Esa paz se vuelve real para darnos fe y esperanza cuando estamos en medio de las tormentas de nuestra vida; tempestades de enfermedad, de escasez, de soledad, de infidelidad en el hogar, etc.  
En el texto bíblico hallamos el momento en el cual nuestro Señor Jesucristo y sus discípulos, fueron azotados por una gran tempestad cuando iban en la barca, y esta historia nos enseña unas lecciones muy importantes para nuestra vida, para que podamos tener paz aun en medio de las tormentas o tempestades que enfrentamos.  
Veamos cuáles son esas lecciones:  
I) SEGUIR A JESÚS PARA HACER SU VOLUNTAD ES LA GARANTÍA DE NUESTRA PAZ (VERSO 23)  
Jesús entró en la barca y sus discípulos lo siguieron. No fue al contrario, no fue Jesús el que siguió a los discípulos, no fueron ellos los que tomaron la decisión de subir en una barca, fue Jesús.  
La paz para nuestra corazón está garantizada cuando hacemos la voluntad del Señor, cuando seguimos a Jesús, cuando vamos donde Él nos lleva, cuando dejamos que Él sea quien nos guíe.   
Aún así, podemos ver en el texto una enseñanza muy importante: obedecer la voluntad del Señor no significa que no vayamos a enfrentar dificultades, pero sí es una garantía de paz y protección en la dificultad. 

II) CUANDO PASEMOS POR LA TEMPESTAD, NO DEBEMOS OLVIDAR QUE JESÚS ESTÁ CON NOSOTROS Y EN ÉL ESTÁ NUESTRA PAZ (VERSOS 24-25) 
El texto nos dice que una gran tempestad se levantó y comenzó a azotar la barca donde iban los discípulos. Varios de ellos eran hombres experimentados en el mar pues eran pescadores, pero ellos no confiaron en su experiencia, no trataron de enfrentar solos la dificultad.  
Podemos ver que los discípulos no hicieron locuras, no abandonaron la barca, no trataron de regresar, no se comenzaron a echar la culpa por haber subido a la barca, no comenzaron a murmurar en contra de Jesús; tomaron la decisión más sabia de todas en momentos de dificultad: BUSCAR A JESÚS, CONFIAR EN QUE ÉL TENÍA LA SOLUCIÓN.  
Nosotros tenemos que hacer exactamente lo mismo, tenemos que recordar que Él está con nosotros. Él no está preocupado ni angustiado en momentos de tempestad. Jesús estaba dormido, lo que nos debe recordar que Él es nuestra paz. Si estamos pasando por momentos de aflicción tenemos que buscarlo a Él, no hagamos locuras, no confiemos en nuestra propia capacidad, y tampoco pensemos en rendirnos o renunciar; tenemos que ir con fe a Jesús y confiar en lo que Él hará.  
III) NO DEBEMOS PERMITIR QUE LA TEMPESTAD LLEGUE A NUESTRO CORAZÓN (VERSO 26) 
¿Qué fue lo primero que vio Jesús cuando sus discípulos lo despertaron? ¿Las olas del mar que eran muy grandes? ¿El fuerte viento que azotaba la barca? NO, lo primero que vio Jesús fue el temor en el corazón de sus discípulos, la fe se había transformado en miedo, en temor, la tempestad había penetrado en el corazón de ellos.  
Por eso las primeras palabras de Jesús no fueron hacia la tempestad. Las primeras palabras de Jesús fueron para el corazón de sus discípulos; Él les dijo ¿Por qué teméis, hombres de poca fe?  
Esa frase les iba a hacer reaccionar, les estaba diciendo, ¿Por qué tienen miedo si aquí estoy yo con ustedes? ¿Por qué tienen temor si vamos juntos en la barca?  
El Señor quiere poner paz primeramente en nuestro corazón. Aunque la tempestad esté golpeando nuestra vida, no debemos permitir que nuestro temor supere nuestra fe, pues el Señor está con nosotros.
LAS TEMPESTADES SE LEVANTAN EN NUESTRA CONTRA, PERO CUANDO SE LEVANTA JESÚS, ÉL ES MÁS PODEROSO QUE CUALQUIER TEMPESTAD (VERSO 26B)

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