jueves, 5 de diciembre de 2019

Nuestras bendiciones, su amor

Al que pastoreó a su pueblo por el desierto, porque para siempre es su misericordia. Salmo 136;16.
En 2015, una mujer dejó en un centro de reciclaje el ordenador de su esposo fallecido, que había sido fabricado en 1976. Pero lo más importante es quién lo había hecho cuando lo fabricaron. Era uno de los 200 ordenadores hechos a mano por el fundador de Apple, Steve Jobs, ¡y su valor estimado era unos 250.000 dólares! A veces, conocer el verdadero valor de algo conlleva saber quién lo hizo.
Saber que es Dios quien nos hizo demuestra cuánto valemos para Él (Génesis 1:27). El Salmo 136 enumera momentos clave de su pueblo Israel: cómo fueron liberados de la esclavitud en Egipto (versos 11-12), viajaron por el desierto (verso 16) y recibieron un nuevo hogar en Canaán (versos 21-22). Pero cada vez que se menciona un evento de su historia, va acompañado de esta frase, repetida: "porque para siempre es su misericordia". La cual, les recordaba que aquellas experiencias no eran eventos al azar, sino que habían sido orquestadas por Dios y reflejaban su amor eterno por sus criaturas.
Muy a menudo, dejamos pasar momentos que muestran a Dios obrando con bondad, sin reconocer que toda buena dádiva viene de nuestro Padre celestial (Santiago 1:17), quien nos hizo y nos ama. Aprendamos a relacionar toda bendición de nuestras vidas con la misericordia eterna de Dios. 


Señor, haz que reconozca que 
toda bendición viene de ti.


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