Solo Dios, puede pronunciar tales palabras.
Siempre hay un grupo de agnósticos y ateos que, aunque no niegan la evidencia histórica de la persona de Jesús, tienen un problema tremendo para aceptar la divinidad de Jesucristo.
La Biblia nos describe su infancia de la manera siguiente: “Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres". (Lucas 2:52).
Pero el apóstol Juan nos da un dictamen teológico mucho más contundente: "Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo". (Juan 1:17)
La gracia de Dios y la gracia de Jesús es la misma, y estuvo entre nosotros y se encarnó en Jesús, El Cristo: “Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús.” (1 Corintios 1:4)
Es de resaltar la frase que Cristo Jesús dijo acerca de quienes lo mataban de una manera injusta en esa muerte de cruz: Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen. (Lucas 23:34).
Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen. (Lucas 23:34).
En Jesús se contempla una vida excelsa que vive la desbordante gracia de Dios. Y hemos de mencionar algunos ejemplos: El agua que sacia la sed de la mujer samaritana, Su reacción con una mujer adúltera, Su perdón a las tres negaciones de Pedro, Su gracia para con Tomás que quiere palpar sus heridas... Estos son algunos ejemplos de Su gracia revelada.
Porque no ha habido otro hombre en la historia de la humanidad, más amoroso, más dulce y más tierno que Jesús.
En el carácter y el temperamento de Jesús encontramos la gracia de Dios encarnada, revelada a los hombres de una forma humana. En su perdón por los más pecadores saciamos toda la sed de amor y de justicia que nuestro corazón anhela.
La Gracia de Dios se evidencia en la vida de Cristo; pero lo más sublime y celestial de Su Gracia se observa cuando, en la agonía de su muerte, pronuncia aquellas palabras célebres acerca de quienes lo crucificaban: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen".
Francisco José Freeman, conocido por todos como Coco Freeman, es un cantante cubano que lleva ya más de 20 años de una carrera profesional exitosa; unos años atrás la Gracia de Dios lo alcanzó, tocó su corazón y quebrantó su vida, y desde entonces dio un giro radical a toda su carrera profesional. Hoy, reside en el estado de la Florida, y dedica su voz y su talento a la obra de Dios.
Ojalá que les vibre el corazón al escuchar esta alabanza y que puedan meditar sobre la muerte de Jesús en la cruz del Calvario, y en estas palabras tan excelsas de Jesucristo: ¡Perdónalos, Señor!
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