Cuando escuché este concierto realmente quedé estupefacto. Su impacto en mí fue tremendo. ¡Es… genial! Dentro de él, y las más de dos horas que dura, encontramos muchas canciones que jalonan la carrera musical de Marcos. Pero hay una, como bien reconoce él, que, para mi gusto y también para él, es de lo mejor y, seguramente, la más famosa. Se llama “Renuévame”.
“Renuévame” es una canción que compuso en 1.992 y es un canto de alabanza-adoración al Señor. En ella se oye la necesidad que tenemos de Él, que necesitamos que nos renueve. Necesitamos que cambie nuestra naturaleza pecadora por la suya; por su naturaleza espiritual. Dice que “todo lo que hay dentro de mí necesita ser cambiado, Señor; todo necesita más de ti”.
Esta canción dio la vuelta al mundo; se vendieron
miles, miles y miles de copias; hay múltiples versiones de ella, como la última
precisamente en este concierto, una bachata, como le enseñó nuestro querido y
admirado Juan Luis Guerra. Pero la mejor versión de todas es la de Dios, porque
sólo Él sabe cómo hacer para que todo, absolutamente todo en nuestro corazón
sea cambiado y enfocado a Él.
Marcos la compuso con todo su corazón, como para el
Señor, pero… cuando la acabó comprendió que, aunque verdaderamente excelsa,
necesitaba un complemento; necesitaba algo más.
No fue sino hasta 15 años después, cuando encontró, gracias a Dios, ese complemento que le faltaba, y fue al componer la canción “Yo
te busco”. Ésta dice textualmente “Yo te busco con fuego en mi corazón, te
anhelo, te necesito, te amo más que a mi ser”. ¿Por qué le buscamos así? Porque
necesitamos de Él, porque reconocemos que no somos nada sin Él, y le pedimos, y
ahí enlazamos de nuevo con la primera canción, que nos “renueve”. “Que nos cambie”.
Witt, entonces, ya encontró ese complemento a
“Renuévame”. Por esta razón, en la mayoría de sus conciertos musicales ambas
canciones van siempre juntas, una detrás de otra.
Y volviendo a la Biblia vemos: En aquel momento los
discípulos de Jesús no le entendían, después sí, cuando, como leemos en Juan 10:10 “Yo he venido
para que tengan vida y para que la tengan en abundancia”. Y en Juan 8:12 Jesús les habló en otra ocasión
diciendo: Yo soy la luz del mundo; el
que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Te
rogamos, Señor, que encontremos el complemento necesario a la renovación que tu
corazón nos ofrece y que tengamos siempre “tu vida en abundancia”. En el nombre
de Jesús. Amén.
M.G.L.
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