sábado, 6 de enero de 2018

Cuando Dios guarda silencio

“Oh Dios, no guardes silencio; no calles, oh Dios, ni te estés quieto” Salmos 83:1. Dado que las cosas se nos pueden escapar de control, puede parecer que un día todo está normal y dicha normalidad durara para siempre, y el día siguiente es todo lo contrario y pareciera que nunca saldremos de ese desierto temible.
Lo más difícil de superar de esos momentos de desierto es la soledad que se siente, el sentimiento de que Dios se ha olvidado de nosotros, la sed espiritual que produce y que no podemos saciar, y sobre todo el desgaste de nuestras fuerzas.
Pero aun con todo esto, jamás se nos debería olvidar que Dios nunca nos dejará. Puede parecer que a veces Dios está guardando más silencio del necesario, que por más que buscamos no encontramos una Palabra suya, que por más que anhelamos cosas, éstas no se dan. El caso es lo difícil que es cuando lejos de ver lo prometido, vemos todo lo contrario.
Son los silencios de Dios, duros, difíciles, sumamente cansados; pero lo mejor de todo es que después de una etapa de silencio siempre viene otra de bendiciones abundantes.
Porque puede parecer que Dios está examinando hasta donde somos capaces de soportar esos silencios, y no es que nos esté torturando, sino que quiere moldear nuestra vida, nuestro carácter, nuestra fe y Él está seguro que después de esta etapa tú serás mejor que antes.
A pesar de que sientas todo eso, que estés experimentando uno de los momentos de más silencio de Dios en tu vida, no significa que Él se haya olvidado de ti, ni que no cumplirá lo prometido o que no eres importante para Él; al contrario, Él está al cuidado de tu vida, de tus necesidades, y sobre todo está trabajando en organizar cómo se cumplirán tus sueños y anhelos del corazón.
Hombres como Abraham, David o Elías entre muchos otros, pasaron por esos momentos de silencio en donde experimentaron sentimientos encontrados, desesperación, persecución y tantas cosas que aparentemente los querían hacer creer que los propósitos de Dios en sus vidas no se cumplirían, mas al ver el final de cada uno podemos ver como Abraham, considerado amigo de Dios y padre de la fe hizo historia, un David considerado por Dios mismo conforme a su corazón, un Elías que no experimentó muerte física sino que fue arrebatado por Dios; después de darnos cuenta de los resultados finales de cada uno de estos hombres, estemos tranquilos esperando la historia que Dios escribirá con nosotros.

Pues si de algo debes estar seguro, es de que Dios escribirá una historia nueva contigo, pues si estás pasando uno de esos momentos de silencio de Dios, es porque hay algo más para ti, porque tú no eres del montón y porque has sido escogido para algo grande, y por ello tienes que ser sometido a la escuela llamada "Silencio", en donde Dios trabajará contigo para dejarte listo para escribir esa historia preciosa a través de ti.
Así que levanta tu ánimo, no desfallezcas, no te rindas tan fácilmente, cree, confía, mantente firme, porque algo grande viene para ti, tú has sido llamado a hacer historia, a ser un hombre o una mujer temible para Satanás y todas sus huestes de maldad. Este período en tu vida es necesario porque Dios está trabajando en ti, y ten por seguro que la obra final será fabulosa, exacta para la tarea que se te encomendó.
El Silencio de Dios es hermoso cuando comprendemos que después de él viene algo GRANDE.

No hay comentarios:

Publicar un comentario