Todos en la vida tenemos sueños. Unos son realistas y alcanzables, otros no. Unos se logran, otros no. A veces soñamos despiertos, otras, dormidos. Hay sueños que nacen en el corazón de Dios, otros en nuestro propio corazón y con motivaciones personales. Y los que son nacidos en el corazón de Dios son transmitidos a aquellos que están en intimidad con Él y con un propósito específico de Dios.
Jeremías 29:11. Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Dios, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Mantente luchando por tus sueños.
A principios del siglo XX, el industrial automovilístico Henry Ford, se paró frente a sus empleados y prometió hacer posible que la familia estadounidense media accediera al transporte automotor. La gente se rio en voz alta, sin embargo, 15 años más tarde, millones de automóviles Modelo T de Ford habían sido comprados a un precio de $290 cada uno.
En la década de los 40 un joven evangelista llamado Billy Graham tuvo un sueño radical. Él y unos cuantos compañeros de la universidad imaginaron estadios repletos, donde la gente alejada de Dios pudiera oír la proclamación del evangelio. Millones de personas han oído predicar en vivo a Billy Graham, y más de mil millones lo han escuchado presentar el evangelio por televisión y radio.
En el año 1963, el Dr. Martín Luther King, hijo, se puso en pie en los escalones del monumento a la memoria de Lincoln, en Washington, D.C., y dibujó para sus oyentes un cuadro de un mundo sin prejuicios, ni odio ni racismo. "Tengo el sueño de que un día mis 4 hijos vivirán en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel, sino por el contenido de su carácter". Aun cuando el Dr. King fue cruelmente asesinado, su sueño continuó vivo. Casi 40 años después su pasión guía a la nación mientras caen las barreras raciales.
En el año 1963, el Dr. Martín Luther King, hijo, se puso en pie en los escalones del monumento a la memoria de Lincoln, en Washington, D.C., y dibujó para sus oyentes un cuadro de un mundo sin prejuicios, ni odio ni racismo. "Tengo el sueño de que un día mis 4 hijos vivirán en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel, sino por el contenido de su carácter". Aun cuando el Dr. King fue cruelmente asesinado, su sueño continuó vivo. Casi 40 años después su pasión guía a la nación mientras caen las barreras raciales.
Todos estos personajes se mantuvieron luchando por sus sueños.
¿Estás luchando por tus sueños?
Es vital escuchar a Dios. Él es el Dios del todo saber y te mostrará el camino que debes tomar para luchar por tus sueños. Además, buscar consejo es sabio, pues en la multitud de consejeros está la victoria.
Establece metas en las que especifiques lo que quieres hacer, qué pasos vas a dar, poniendo fechas, nombres de personas que te apoyarán, etc. Y comienza poco a poco, sin desesperarte, y al final verás tu sueño realizado. Celébralo con acción de gracias.
A los justos les será dado lo que desean. Proverbios 10:24.
Cercano está El Señor a todos los que lo invocan, a todos los que lo invocan de veras.
Cumplirá el deseo de los que le temen; oirá asimismo el clamor de ellos, y los salvará. Salmos 145: 18,19.
Cercano está El Señor a todos los que lo invocan, a todos los que lo invocan de veras.
Cumplirá el deseo de los que le temen; oirá asimismo el clamor de ellos, y los salvará. Salmos 145: 18,19.
Manténte luchando por tus sueños. Si vienen de Dios, lucha, visualízalos, prosigue a la meta, y camina con la seguridad de que Todo lo puedes en Cristo que te fortalece. Habrá momentos difíciles, seguro, pero verás con gozo el fruto de tu sueño. Jesucristo pagó un gran precio, fue maltratado, despreciado, herido, y murió, pero su sueño y obediencia al Padre lograron comprar la salvación de la humanidad. Y al final podrás decir: Hasta aquí me ayudó Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario