viernes, 17 de febrero de 2017

Vidas Superficiales

“Adviértanse unos a otros todos los días mientras dure ese «hoy», para que ninguno sea engañado por el pecado y se endurezca contra Dios.”
Hebreos 3.13
Resultado de imagen de Vidas SuperficialesVivir en otro país nos ha alejado físicamente a mí y a mi esposa de las vidas de toda nuestra familia y la mayoría de nuestros amigos. Además de esta distancia geográfica está la difícil tarea de tratar de mantenernos involucrados en sus vidas.
Nuestro contacto es limitado, y el tiempo que logramos hablar lo invertimos sobre todo en conversaciones sobre lo que hemos estado haciendo y lo que haremos en los días por venir. Lo triste es que, para mucha gente, eso es lo único de lo que hablan con su familia y amigos, aunque viven en la misma ciudad y a veces hasta en la misma casa; en fin, habiendo temas mucho más importantes y cruciales de los que podrían hablar.
Tenemos una ventana de ocasiones muy limitada en la cual ambos podemos estar involucrados directamente en la vida del otro.
Sin duda alguna, hay tiempo para conversaciones simples y para ponernos al día, pero también hay una gran necesidad de conversaciones de un nivel mas profundo; conversaciones que tienen el propósito de animarse, ayudarse y advertirse los unos a los otros.
Cuando perdemos estas interacciones valiosas, no tomamos ventaja del valioso recurso que tenemos en los cercanos a nosotros.
El versículo mencionado es muy claro en que tenemos la tendencia natural de ser engañados por el pecado y terminar dando nuestra espalda a Dios. En vista de que esta posibilidad es grande, el escritor de Hebreos nos anima a que diariamente, en el transcurso del día y cada día, interactuemos los unos con los otros de tal manera que nos mantengamos cerca de Dios y con juicio en Él.
¿Con cuánta gente tienes conversaciones significativas durante el transcurso de un día? Es decir, ¿conversaciones reales sobre lo que está sucediendo en tu vida?
¿A cuánta gente ayudas intencionadamente al animarles o advertirles? ¿A cuánta de esa gente le permites que hagan lo mismo contigo, manteniéndote cerca de Dios?
La realidad es que si no mantenemos estas relaciones e interacciones diarias, será probable que seamos engañados por el pecado dando como resultado que le demos la espalda a Dios.
Sé deliberado en con quién hablas y sobre lo que hablas. Si te estás aislando de los demás y manteniendo conversaciones superficiales, estás en peligro y también estás poniendo a los demás en peligro. Vivir una vida superficial te hace vulnerable en tu interior.

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