jueves, 9 de febrero de 2017

Hacer o no hacer. ¿Qué hago con mi vida?

“Nunca sopla viento favorable para el marino que no sabe en qué puerto echar anclas.” - Proverbio americano
¿Qué hago con mi vida? Estoy en una encrucijada, no sé qué hacer y si lo debo hacer. Estar con indecisiones, no querer tomar decisiones por temor a equivocarse, a fracasar. Razones tiene el proverbio mencionado arriba. Hay un relato árabe que dice:
“Aquella noche era especialmente fría en el desierto. Abdalá montó su pequeña tienda de campaña, tan pequeña que apenas cabía él acostado. Se despidió de su camello, llamado “Indecisión”, acariciándole la cabeza pero dejándolo fuera, y se dispuso a pasar una noche tranquila y reparadora.
Apenas había conciliado el sueño cuando el camello lo llamó con voz suave, pero insistente. “Déjame meter la nariz en tu tienda, hace mucho frío y la tengo completamente helada…” Abdalá, que era un hombre bueno, accedió a la petición.
Resultado de imagen de Hacer o no hacer. ¿Qué hago con mi vida?Pero ocurrió que en cuanto se durmió profundamente, el camello empujó un poco y metió la cabeza por completo. Como la tienda era muy pequeña, al hacer esto chocó con la cabeza del hombre y lo desplazó hasta que éste sacó los pies por el otro extremo. Abdalá protestó, pero “Indecisión” le hizo ver que eso no era en realidad gran cosa. Pero pasó poco tiempo para que el camello metiera los hombros y empujara a su patrón para afuera, hasta las rodillas. “Indecisión” siguió introduciéndose en la tienda, llenándola por completo y sacando a Abdalá por el otro extremo, hasta que finalmente quedó completamente fuera.”
¿Le suena esto conocido? ¿No le ha ocurrido alguna vez que al dejar entrar un poco de indecisión a su vida, ésta lo llenó todo, desplazándolo de las cosas buenas de ella? La indecisión no es buena para nada, la indecisión es el obstáculo que te impide alcanzar un resultado extraordinario en la vida, en tu matrimonio, en tus finanzas, en tu carrera o en tu ministerio. Debes tomar decisiones.
Día a día las personas afrontamos el desafío de tomar decisiones porque la vida es así, un asunto de decisión. Nos preguntamos: ¿qué carrera voy a estudiar? ¿Con quién me casaré? ¿Me conviene esta persona? ¿Cuántos hijos tendré? ¿Dónde viviré? ¿Cómo viviré? ¿Cómo pagaré esta deuda?, entre otras preguntas que nos hacemos. Es un hecho que todos los días tenemos que tomar decisiones, pero no nos gusta tomarlas y esperamos que alguien decida por nosotros. Es tiempo de tomar decisiones, no temas.
La Biblia enseña en el Salmo 32:8: “Tú me dijiste: “Yo te voy a instruir; te voy a enseñar cómo debes portarte. Voy a darte buenos consejos y a cuidar siempre de ti.”
Las decisiones que tomamos hoy afectarán a nuestro rumbo mañana. Lo que decidamos hoy no solo impactará nuestro futuro, sino también el de otras personas y todo lo que nos rodea. Pero tomar buenas decisiones dependerá de los valores que hayamos incorporado en nuestra vida. Una carrera, un matrimonio, el estilo de vida que deseo, o cosas tan sencillas como qué comeré o cómo me vestiré, serán decisiones que tomaré por los valores que poseo. La mayoría de las decisiones no son tomadas en una sola vez. Las decisiones toman tiempo para ser completadas, por ello es importante aprender a escuchar a Dios.
Sófocles decía: Las decisiones rápidas son decisiones inseguras. Deje ya de decidir a la ligera y aprenda a tomar buenas decisiones. No siga el camino que lo lleva hacia atrás, marche hacia adelante sabiendo y tomando decisiones de manera personal. Éstas son algunas ideas que te ayudarán a tomar buenas decisiones:
1.      Sé lo más PRECISO posible. ¿Qué es lo quieres lograr? Examina y encuentra cuáles son las cuestiones importantes y cuáles no. ¿Qué dice la Biblia respecto a ese asunto?
2.   Busca soluciones. Mira todas las POSIBILIDADES existentes en relación con la cuestión que has de resolver. ¿Qué es sabio hacer? ¿Qué haría JESÚS?
3.     ELIGE la solución que más convenga para lograr el resultado que buscas. No tomes nunca una decisión basada en una emoción o en un sentimiento. ¿Lo que decido agrada a Dios?
4.     PON EN MARCHA la decisión. No temas al fracaso, está dispuesto a aprender de sus errores, pero decide.
5.    EVALÚA cómo te está yendo, para rectificar en caso de que los resultados no sean los esperados.
¿Tienes dificultad para hacer decisiones? Dios te ayudará, confía en Él. La Biblia enseña en Santiago 1:5, “Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie”.
Recuerda que antes de decidir debes tener presente que es tu decisión, que nadie debe decidir por ti. Que puedes hacer lo que quieras, pero lo tienes que hacer tú, y hoy porque el mañana aún no llega; no postergues, no esperes a decidir después. La mejor decisión que puedes hacer hoy es adquirir sabiduría. Hoy tú puedes elegir la persona que te gustaría ser, la vida que quieres vivir. La decisión es tuya.
“La mejor decisión que podemos tomar es la correcta, la segunda mejor es la incorrecta, y la peor de todas es ninguna.” Theodore Roosevelt


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