Isaac vivió entre los filisteos, los cuales demostraron ser unos vecinos intratables. Se había vuelto tan rico y poderoso que ellos le temían, y le pidieron que se fuera de su territorio. Isaac pudo haber rehusado, puesto que era mucho más poderoso que ellos, sin embargo accedió y se mudó a un valle cercano, donde su padre Abraham había cavado unos pozos años antes.
Sencillamente eran contenciosos. Pero Isaac prosiguió con su trabajo hasta que entró en terreno en el que los filisteos no protestaron "por su derecho" al agua.
Hay gente así. Cuando mis hermanos y yo éramos chicos y jugábamos a la pelota, teníamos que tener mucho cuidado con los lanzamientos, porque el vecino confiscaba todas las pelotas que llegaban a su patio.
Es difícil que a uno le caigan bien personas como ésas, pero Jesús hasta llegó a decir que debemos amarlas, orar por ellas y ser buenos con ellas. Seguramente no es fácil, y además, esas personas intratables podrían no cambiar. Sin embargo, según Romanos 12:18, aún así debemos hacer todo lo posible por vivir en paz con todo el mundo.
Romanos 12:18
Si es posible, en cuanto de vosotros dependa, estad en paz con todos los hombres.
Si es posible, en cuanto de vosotros dependa, estad en paz con todos los hombres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario