Hay varias cosas dispuestas a dirigirnos: las personas, el diablo y sus demonios, la carne (nuestro cuerpo, mente, voluntad, emociones) y el Espíritu Santo. Hay muchas voces en el mundo que nos hablan, incluso a menudo varias hablan al mismo tiempo, y es imperativo que aprendamos a dejarnos guiar por el Espíritu Santo, para ser sensibles, controlados y guiados por Él, como dice Gálatas 5:16. Recuerde: el Espíritu Santo es el único que conoce la voluntad de Dios y fue enviado a vivir en cada uno de nosotros, para ayudarnos a ser todo lo que Dios ha planeado que seamos y para que tengamos todo lo que Dios quiere que tengamos.
Es importante que veamos que el Espíritu Santo vive en cada uno de nosotros para ayudarnos. Cuando permitimos que el Espíritu Santo nos guíe, Él participa en cada decisión que tomamos, sea grande o pequeña. Nos conduce por medio de la paz y la sabiduría de Dios, así como por la Palabra. Habla a nuestro corazón con un suave murmullo o lo que solemos llamar "el testigo interior". Los que deseamos ser guiados por el Espíritu Santo, debemos aprender a seguir a ese testigo interior y a responderle diligentemente.
Por ejemplo, si estamos conversando y comenzamos a sentirnos incómodos por dentro, esa incomodidad interna puede ser la señal del Espíritu Santo de que debemos derivar nuestra conversación hacia otra dirección o permanecer en silencio. Si nuestra intención es comprar algo pero nos sentimos incómodos por dentro, deberíamos esperar y discernir a qué se debe esa incomodidad. Tal vez no necesitáramos ese artículo, o tal vez lo encontraremos en oferta en otro lado, o tal vez estábamos tratando de comprarlo en el momento equivocado. Recuerde, no siempre tenemos que saber por qué; solo necesitamos obedecer la guía del Espíritu para encontrar paz y contentamiento en nuestra vida diaria.
Por ejemplo, si estamos conversando y comenzamos a sentirnos incómodos por dentro, esa incomodidad interna puede ser la señal del Espíritu Santo de que debemos derivar nuestra conversación hacia otra dirección o permanecer en silencio. Si nuestra intención es comprar algo pero nos sentimos incómodos por dentro, deberíamos esperar y discernir a qué se debe esa incomodidad. Tal vez no necesitáramos ese artículo, o tal vez lo encontraremos en oferta en otro lado, o tal vez estábamos tratando de comprarlo en el momento equivocado. Recuerde, no siempre tenemos que saber por qué; solo necesitamos obedecer la guía del Espíritu para encontrar paz y contentamiento en nuestra vida diaria.
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