Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos. Ellos perecerán, mas tú permaneces… Tú eres el mismo, y tus años no acabarán. Hebreos 1:10-12
Vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis. Mateo 24:44
Vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis. Mateo 24:44
En la Biblia hallamos un análisis parecido. Hace veintisiete siglos el profeta Isaías escribió: “Será la tierra conmovida. Temblará la tierra como un ebrio, y será removida como una choza; y se agravará sobre ella su pecado, y caerá, y nunca más se levantará” (Isaías 24:19-20).
En nuestros días, son muchos los que alertan a la opinión pública sobre los preocupantes desarreglos de nuestro planeta, en ámbitos tan variados como la ecología o la economía; la fragilidad del equilibrio es cada vez más preocupante.
Pero esto no sorprende a los creyentes, pues Dios nos advierte sobre el final de los tiempos y el fin de este mundo: “Los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos” (2 Pedro 3:7). Al mismo tiempo, dirige un último llamado a esta humanidad que ama y por la cual dio a su Hijo: “Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra” (Isaías 45:22).
En nuestros días, son muchos los que alertan a la opinión pública sobre los preocupantes desarreglos de nuestro planeta, en ámbitos tan variados como la ecología o la economía; la fragilidad del equilibrio es cada vez más preocupante.
Pero esto no sorprende a los creyentes, pues Dios nos advierte sobre el final de los tiempos y el fin de este mundo: “Los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos” (2 Pedro 3:7). Al mismo tiempo, dirige un último llamado a esta humanidad que ama y por la cual dio a su Hijo: “Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra” (Isaías 45:22).
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