Pero desgraciadamente, muchos ignoran ese amor y no lo quieren aceptar, porque prefieren pequeños destellos de lo mas mínimo del amor, cuando lo buscan en la persona equivocada; nos conformamos con migajas porque no nos consideramos merecedores de un gran banquete.
A veces nos discriminamos nosotros mismos, y nos creemos tan malas personas, que cualquier parecido con el amor nos emociona y nos hace desviar la mirada del amor verdadero, porque somos personas con defectos y por ello, cualquiera, puesto en el camino, que nos acepte tal como somos, hace que caigamos rendidos en sus brazos.
A veces nos discriminamos nosotros mismos, y nos creemos tan malas personas, que cualquier parecido con el amor nos emociona y nos hace desviar la mirada del amor verdadero, porque somos personas con defectos y por ello, cualquiera, puesto en el camino, que nos acepte tal como somos, hace que caigamos rendidos en sus brazos.
¿Realmente crees que te mereces un simple cariño y no un verdadero amor? En el sentido estricto de la palabra, ¿cómo es posible que no te creas merecedor de nada, cuando Dios envió a su hijo a morir en una cruz por todos?, ¿en serio, no has meditado a fondo en esto? Debes de valer mucho para que otra persona entregue todo lo que tiene por ti, y forme un mundo en donde puedas vivir lleno de las cosas que necesitas a diario.
El amor de Dios es inagotable e incomparable, no es como el de los hombres decreciente cada día. Por el contrario, es un amor puro y fuerte que se mantiene constante cada día, pase lo que pase, hagas lo que hagas; sin ninguna condición, te perdona TODO, y continúa a tu lado sin reproches y resentimientos.
Recibe ese amor que Dios te está brindando, porque mientras una persona te hace sufrir, hay un Dios que quiere hacerte feliz. Tal vez has buscado la felicidad y el amor en las personas equivocadas, y sientes que ni siquiera el amor de tu familia llena ese vacío que tienes. En fin, ya es hora de que le des la oportunidad a Dios, compruébalo y verás como te va; no lo hagas por obligación o por compromiso, sino por necesidad y deseo.
Lánzate en los brazos de Dios, pues si lo haces con una persona que miente, que falla, y que en cualquier momento te decepciona cuando le has entregado tu confianza,... ¿por qué no hacerlo con Nuestro Padre celestial? Las heridas del pasado hacen que ya no creas en el amor, y necesitas ser restaurado por el Espíritu Santo. Para poder hacer feliz a alguien, primero debes entender y saber lo que es amar de verdad, conocer el amor de Dios, porque de lo contrario tus relaciones siempre van a fracasar.
Una vez que conozcas ese perfecto amor, no dudes en demostrarlo, pues nadie se conforma con palabras a menos que vayan acompañadas con hechos. Que Dios vea en tu andar que si lo amas, a Él no le puedes mentir, no vas a ocultar lo que sientes por el miedo al qué dirán; contagia a los demás de este grandioso sentimiento.
¨Nosotros sabemos cuánto nos ama Dios y hemos puesto nuestra confianza en su amor. Dios es amor, y todos los que viven en amor viven en Dios y Dios vive en ellos¨
1 Juan 4:16 (Nueva Traducción Viviente).
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