"Por eso os digo, no os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis o qué beberéis; ni por vuestro cuerpo, qué vestiréis. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que la ropa?

¿Y quién de vosotros, por ansioso que esté, puede añadir una hora al curso de su vida?
Y por la ropa, ¿por qué os preocupáis? Observad cómo crecen los lirios del campo; no trabajan, ni hilan; pero os digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de éstos.
Y si Dios viste así la hierba del campo, que hoy es y mañana es echada al horno, ¿no hará mucho más por vosotros, hombres de poca fe?
Por tanto, no os preocupéis, diciendo: "¿Qué comeremos?" o "¿qué beberemos?" o "¿con qué nos vestiremos?"
Porque los gentiles buscan ansiosamente todas estas cosas, pero vuestro Padre celestial sabe que necesitáis todas estas cosas.
Pero buscad primero su reino y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas". (Mateo 06: 25-33)
Cuando confías en el Señor y crees firmemente en su palabra, Dios honra tu fe y mueve su brazo poderoso para responderte. Dios nunca te va a dejar, nunca te va a desamparar, pues como ha prometido, jamás dejará en vergüenza a ninguno de los que confían en Él.
"Quien en ti pone su esperanza jamás será avergonzado." (Salmos 25:3)
No hay comentarios:
Publicar un comentario