lunes, 5 de enero de 2015

¿Qué visión tienes de ti?

"Para ver claro, basta con cambiar la dirección de la mirada.” 
Cuando estás frente a un espejo: ¿Cómo te ves?: ¿ganador o perdedor?
Hay personas que tienen una visión perdedora, que se ven a sí mismos  como  “miserables”, “gusanos” y todo lo despectivo que se pueda imaginar. Viven bajo el síndrome del “patito feo” y esa impresión queda reforzada cuando tienen un revés o un fracaso económico, emocional, sentimental o profesional, inclusive espiritual.
Las personas que se ven a sí mismas como perdedoras juegan al papel de víctima, viven reaccionando y culpando a todos los que pueden de la vida que están llevando. Su canción favorita es “pobre de mí, lo que me tocó sufrir”. El enfoque de su vida es el sufrimiento, el dolor, la miseria, la tragedia, la vergüenza, la culpa. Juegan el papel de victima tan bien que son dignos de un premio de la academia de cine. Lo más triste es que piensan que nunca van a salir de su situación perdedora.
¿Tienes esta visión? ¿Te gustaría cambiar a una mirada ganadora?
Las personas con miradas ganadoras siempre asumen la responsabilidad de sus vidas y están dispuestas a superar cualquier obstáculo en el camino. Están dispuestos a aprender nuevas habilidades, adaptarse a los cambios, a abrir sus mentes y sus corazones a nuevas posibilidades.
Una persona que se ve como ganadora reconoce que la vida es dura, pero siempre busca encontrar un nuevo camino,  un nuevo enfoque. Su canción favorita es “debe haber una manera de lograrlo”. En definitiva, tener una mirada ganadora es una elección e  implica tener la determinación de superarse.
“Lo que hará de ti una persona ganadora o perdedora es la visión que tengas de ti mismo.” 
Seguro que has escuchado la frase “Los ojos son las ventanas del alma”; muy cierta, en ellos se encuentra reflejada la personalidad del individuo. Jesucristo también nos mostró esta verdad,  “Tu ojo es una lámpara que da luz a tu cuerpo. Cuando tu ojo es bueno, todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo es malo, todo tu cuerpo está lleno de oscuridad. Y si la luz que crees tener, en realidad es oscuridad, ¡qué densa es esa oscuridad!”
¿Cómo es tu ojo con respecto a ti? 
Nuestros ojos pueden reflejar luz u oscuridad, victoria o derrota, todo depende del alimento que yo le dé a mi vida, a mi mente, o alma. Si las alimento con cosas positivas voy a lograr cosas positivas, “Todo lo que sembramos, eso cosecharemos”.
Las grandes obras, los grandes inventos, las cosas maravillosas o asombrosas que podamos ver son resultados de una buena visión, de personas que mantenían una mirada ganadora ante la vida. La mirada ganadora es la mirada de la confianza, es la mirada de la fe.
¿Qué mirada elijes? ¿Estás listo/a para dejar de culparte? ¿Dispuesto/a a buscar ayuda para ver claro o ver mejor el potencial que hay en ti?
Hay circunstancias en nuestras vidas que atraen la mirada perdedora, pero la clave es no estancarse en ellas, sino levantarse con una mirada ganadora cargada de una visión poderosa. La visión debe llevarte siempre a mirar al frente, a ir hacia adelante, a conquistar cimas y montañas. Cuando hay una buena visión se puede llegar al lugar deseado.
Tú puedes tener una mirada ganadora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario