viernes, 3 de octubre de 2014

Crecimiento En El Cambio - Crecimiento personal-espiritual

Al despertar esta mañana al aire fresco mañanero, ¡supe que había llegado!  Sé que todo ex estudiante o ex maestro me respondería con: ¿De veras… ya? 
Al empezar septiembre comenzamos a ver las pistas del otoño más claramente. Ah sí, los autobuses escolares, la temporada de fútbol, y la inminente liga de baloncesto. Y otra pista: ¡nos vemos despidiendo aquellas largas noches de verano con tristeza! ¡Llegó el otoño! ¡Mi estación favorita del año!
¡Se puede percibir la frescura en el aire que nos recuerda que estamos vivos!  Pronto veremos las hojas de los árbole, decoradas en una variedad de colores y saludadas por ocasos tempraneros; es la forma en que la naturaleza nos recuerda que las cosas cambian.
Es el flujo normal de la vida, cuando la naturaleza irrumpe y cierra la puerta con gracia al verano, lentamente, abriendo la puerta al otoño. La rueda de la vida gira continuamente, recordándonos que la abundancia nunca está fuera de nuestra vista o alcance.
Estamos aquí para ver la belleza que nos rodea diariamente. ¿Podremos verla no solo en lo que nos rodea sino en cada persona?  Las oportunidades para ello y más se presentan siempre, alcanzándonos y esperando que las abracemos. Las oportunidades de ver la bondad, la belleza, la gratitud en una persona, en un lugar o cosa que no quisimos o no pudimos reconocer antes de este momento. Las cosas cambian.
Somos bendecidos en que “una vez que entendemos, podemos hacerlo mejor”, en que podemos rehacer las cosas. Nadie tiene el poder de quitarnos esa oportunidad. Igual que no podemos detener la transición del verano en otoño, podemos aprender y crecer como las estaciones, en gratitud y amor.
Piensa en quién, qué o dónde, haya o hayamos podido experimentar recientemente un cambio. ¡Quizás fue algo que nos entristeció, frustró o iluminó con gozo! ¿Dónde está el crecimiento en ese cambio?
¿Podemos ver las bendiciones que se crearon en esos momentos, ofreciéndonos la oportunidad de fluir a favor de corriente en vez de en contra? ¿Sumergirnos en la emoción, abrazar la oportunidad, agradecerla y luego dejarla ir como las estaciones que pasan? Permitamos al cambio enseñarnos y veamos maravillas en ello. Que nos traiga paz mientras nos recuerda la abundancia que nos rodea; ¡y el cambio lo volverá a hacer!
Somos seres de amor, compasión y gratitud. ¡Feliz otoño a todos!  Recordemos que hay poder en los comienzos y con cada nuevo comienzo hay siempre un cambio.
No debemos dejar de disfrutar la belleza de este pensamiento. Porque la vida nos presenta la constante del cambio y la creación de Dios nos lo recuerda periódicamente, como en el cambio de estaciones, aunque los países más cercanos al Ecuador no lo presencian de manera tan evidente como los más al norte o al sur.
Cada cambio nos presenta oportunidades para crecer como individuos y comunidades… ¿por qué no abrazar las mismas como dádivas de parte del Señor para ser bendecidos y bendecir a otros?

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