jueves, 4 de septiembre de 2014

Fuerza en la debilidad

Es en los momentos más difíciles de la vida, cuando tenemos los mejores encuentros personales con Dios. Parece ser que nuestro espíritu se sensibiliza cuando vemos que todo está en nuestra contra, y es entonces, cuando somos más sensibles a la presencia de Dios y más audibles a su voz.
Seguro que en medio de todo lo que puedas estar viviendo, ese episodio que no sabes cómo afrontar o qué decisión tomar, vas a encontrarte con el Señor de una forma especial.
cielo¿Qué se necesita para experimentar a Dios de una forma única? Para encontrarnos con Dios de una forma especial y única hemos de encontrarnos entre la espada y la pared, porque es en esos momentos en los que más disfrutamos de su presencia, esos momentos en los que no sabemos qué hacer y cuando lo único que sentimos es que necesitamos de Él, cuando nos sentimos totalmente dependientes de Él y nuestro corazón se humilla, nuestra mente se reverencia y nuestro espíritu se quebranta. Es en esos momentos cuando más fuerte nos sentimos.
Porque en los momentos en los que más débiles parecemos, son los momentos en los que nos hacemos más fuertes. El Apóstol Pablo lo decía de está forma:
“pero Dios me ha contestado: Mi amor es todo lo que necesitas. Mi poder se muestra en la debilidad. Por eso, prefiero sentirme orgulloso de mi debilidad, para que el poder de Cristo se muestre en mí. Me alegro de ser débil, de ser insultado y perseguido, y de tener necesidades y dificultades por ser fiel a Cristo. Pues lo que me hace fuerte es reconocer que soy débil.” 2 Corintios 12:9-10 (TLA)
Es posible que hoy te sientas débil, pero eso de una forma u otra, es una buena noticia, porque doblar tus rodillas, humillarte delante de Dios y reconocer tu necesidad de Él te llevará a ser más fuerte.
Tú eres fuerte porque tus debilidades te han hecho fuerte, porque el poder de Dios se perfecciona en esos momentos en los que sientes que ya no puedes más. Es en esos momentos en los que sientes que vas a dejar todo, cuando Dios se encuentra contigo de una manera única y especial para darte la fortaleza que necesitas.
Son esos momentos de lágrimas y de dolor, cuando nuestro espíritu se renueva y en donde Dios nos regala nuevas fuerzas para afrontar lo que hace momentos pensábamos que no podíamos afrontar.
Dobla tus rodillas delante de Dios, reconoce tu necesidad profunda de Él, reconoce tus debilidades y al mismo tiempo, reconoce que ya no puedes más. Cuando esto ocurre en un ambiente espiritual, Dios se manifiesta de una forma especial a tu vida, abrazándote con su presencia, ministrándose con su Santo Espíritu, fortaleciendo cada área de tu vida, renovando tu mente, ampliando tu visión con fe y diciéndote:
“Aunque tengas graves problemas, yo siempre estaré contigo; cruzarás ríos y no te ahogarás, caminarás en el fuego y no te quemarás porque yo soy tu Dios y te pondré a salvo. Yo soy el Dios santo de Israel.” Isaías 43:2-3a (TLA)
¡VAMOS! ¡ADELANTE! ¡DIOS TE HARÁ FUERTE EN TU DEBILIDAD! ¡DIOS ESTÁ CONTIGO!

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