¿Has examinado en profundidad este conocido refrán? Si lo haces, te darás cuenta que quiere decir que la mejor manera de evitar sufrir es vivir en la ignorancia, porque, después de todo,... “Ojos que no ven, corazón que no siente”.
Sin embargo, es inimaginable la cantidad de veces que dicen este refrán personas que prefieren no ir al médico, a pesar de las dolencias que les aquejan, influenciadas por esta absurda idea; o padres que no se atreven a preguntarles a sus hijos si algo anda mal, por miedo a lo que puedan escuchar de ellos.
Puedes ir por la vida engañándote y convenciéndote a ti mismo de que todo anda bien, o puedes hacerle frente a aquello que sabes que debes cambiar, cambiarlo y asegurarte de que ya todo anda bien.
Así que, decide hoy mismo dejar de ser víctima del engaño propio, y realizar una autoevaluación honesta y específica para saber dónde te encuentras en este momento, en cada una de las áreas de tu vida, en especial en la espiritual.
Determina en qué áreas de tu vida necesitas cambiar y mejorar. ¿Qué cosas te has venido diciendo, que sabes que no son exactamente ciertas, pero que te ayudan a justificar tu mediocridad? ¿Qué puedes empezar a hacer hoy mismo que te permita incrementar tu productividad personal? ¿Qué malos hábitos tienes que eliminar? Esto no es algo que nos guste hacer o que nos resulte placentero, pero necesitamos hacerlo si de verdad deseamos vivir una vida abundante.
El auto-engaño hace que muchas personas prefieran no darse por enteradas de sus complicaciones para no tener que lidiar con ellas.
El problema con esto es que muchas de ellas posponen tener que enfrentarse a sus problemas, hasta que ya es demasiado tarde. No permitas que esto te ocurra a ti. Juan 8:36 Jesús añadió: Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
El problema con esto es que muchas de ellas posponen tener que enfrentarse a sus problemas, hasta que ya es demasiado tarde. No permitas que esto te ocurra a ti. Juan 8:36 Jesús añadió: Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
¿En qué consiste la verdadera libertad? La respuesta simplemente es Jesús.
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