viernes, 21 de marzo de 2014

No Pierdas la paciencia - Reflexiones

Carolina estaba exasperada con sus dos hijos, Claudio y Lorenzo. Llamó a su mamá en busca de apoyo. Estos chicos se portan como Daniel, el travieso, clamó. Se puso a explicar los acontecimientos del día. Los niños querían deslizarse por el piso de la cocina, corrieron y patinaron sobre las alfombras con sus pegajosas y rojas medias, haciendo un terrible desastre. Más tarde, descubrieron una lata de insecticida, siguió Carolina, y se metieron en el lavadero, se subieron a la secadora y embadurnaron las paredes con ese líquido nauseabundo.
Ayer llenaron el fregadero de agua. Cuando comenzó a derramarse, tomaron el cubo de la basura para recoger el agua. Cuando lo llenaron, salpicaron por todos lados mientras se derramaba por el suelo.
Para la abuela era fácil ver lo cómico y divertido de las travesuras de los niños, pero contuvo la risa. En su lugar, su suave y tranquila voz sobresalió. Su sabiduría le habló al corazón de Carolina. Cariño, mi pastor me dijo una vez que cuando tu paciencia se pone a prueba, es porque Dios trata de mostrarte algo de tu carácter. 

-Muchas veces tuve que recordar esas palabras.
Mientras limpiaba el último desastre que hicieron sus hijos, Carolina pensaba en lo que le dijo su madre. Consideró los momentos en los que fue todo, menos perfecta. Pensó en su desgarrador divorcio, en sus problemas con las tarjetas de crédito y en los años que estuvo apartada del Señor.
Padre celestial, susurró, por favor no me abandones ni te canses de ayudarme a limpiar mi vida.
La perspectiva de esa abuela, su madre, moldeada con el tiempo, le capacitó para dar a sus hijos un consejo sabio. Su perspectiva personal pasó por años de preparación. 
Pásela usted también a sus hijos y nietos.
Se considera que ciertos rasgos de la personalidad se saltan una generación. Quizá sea por eso que los nietos y los abuelos se llevan tan bien.
Salmo 61:5
Me has dado la heredad de quienes te honran.


¡Paciencia!, paciencia es un término usado por todos nosotros de manera permanente y en casi todos los aspectos de nuestras vidas También cabe destacar, que con el paso de los años, en nuestro existir se agudiza su repetición verbal o mental; es muy frecuente escuchar exclamaciones como ¡Paciencia… Paciencia!, o ¡Señor, dame paciencia!, entre otras, acompañadas con un lenguaje corporal bastante evidente.
Técnicamente, su definición es la actitud que lleva al ser humano a poder soportar contratiempos y dificultades para conseguir algún bien. Es la constancia valerosa que se opone al mal, y a pesar de lo que sufra, el hombre no se deja dominar por él.
También es aquello que las personas necesitan, en muchos casos, para mantenerse estables en un momento determinado.
Paciencia1

Es la virtud de quienes saben sufrir y tolerar las contrariedades y adversidades con fortaleza, sin lamentarse. Esto hace que las personas que tienen paciencia sepan esperar con calma a que las cosas sucedan, ya que piensan que a las cosas que no dependan estrictamente de uno hay que darles tiempo.
Paciencia es la espera y serenidad en las cosas que se desean. Es aprender a esperar cuando realmente no se quiere.
Paciencia implica estar dispuesto a enfrentarse con los desafíos y retos que te ofrece la vida, siendo consciente de que también la misma vida te da la fuerza y valor para resistir y afrontar cada reto.
El término se asimila con el paso de los años, se comprende con ayuda de la fe y es una muestra clara de sabiduría y madurez.
Romanos 8:28
Y sabemos que los que aman a Dios,
todas las cosas les ayudan a bien, esto es,
a los que conforme a su propósito son llamados.

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