miércoles, 5 de marzo de 2014

Gratitud en medio de la prueba

1 Tesalonicenses 5:18 Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. 

Incluso nosotros los cristianos hemos pasado y tendremos que pasar situaciones difíciles. Jesús nos advirtió que íbamos a tener muchas dificultades en esta vida y como siempre... tenía razón.



 "... En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo". Juan 16:33

Por más desagradables que sean las pruebas siempre tendremos razones para dar gracias. Sin duda alguna hay un plan divino tras cada desierto por el que Dios nos permite transitar, mas sabemos que no estamos solos, pues la presencia de Dios nos acompaña todo el tiempo. 

Pero el Señor no siempre impide el sufrimiento o la decepción del creyente. Detener las tormentas de la vida puede ser nuestra meta, pero desde el punto de vista de Cristo, las adversidades son necesarias para que nosotros maduremos espiritualmente.

Hay algunas cosas muy importantes que tenemos que tener bien claras: nuestro Padre nos ofrece protección y nos asegura que nos acompañará en todo momento. Desde que recibimos a Jesús como nuestro Salvador, Él nos promete que vivirá en nosotros y que jamás nos abandonará. Es más, tenemos la garantía de que nada nos separará de su amor. 


"Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro". Romanos 8:38-39

 Así que debemos estar tranquilos, sabiendo que nuestro Dios omnipresente camina a nuestro lado en medio de las dificultades y nos guiará a tomar la mejor decisión para resolver cualquier situación adversa.
Mientras que las situaciones difíciles causan ansiedad e impaciencia a mucha gente, los creyentes tenemos la paz de Dios y esta serenidad interior no depende de si las circunstancias mejoran o no, por el contrario es el resultado de nuestra relación diaria con Él. Nuestro principal objetivo no debería centrarse exclusivamente en solucionar el problema, sino sobre todo en nuestra total dependencia de Dios.

Cuando reconocemos la provisión del Señor durante las pruebas, podemos expresar gratitud y esta permitirá que fijemos nuestros ojos en Él y no en nuestras circunstancias. A menudo no sabemos cuáles son los propósitos de Dios con los nuevos problemas que se nos presentan, pero sabemos que Él
 está en control de todo, que camina con nosotros y que es bueno y confiable.



No hay comentarios:

Publicar un comentario