lunes, 5 de agosto de 2013

Dios controla La Tempestad - Devocional aliento - Vídeo

Viento contrario, tempestad, sinónimo de tiempo de pruebas. Las pruebas son un instrumento en las manos de Dios, a través del cual forma nuestro carácter y personalidad, con el fin de poder participar de los privilegios que Él estableció para nosotros; qué tremendo cuando esas pruebas parecen el fin de todo, sin embargo, de acuerdo a las bendiciones y propósitos de Dios, asimismo serán los períodos de pruebas para nuestras vidas.

El Apóstol Pablo, antes de comparecer ante el Cesar, tuvo que atravesar el mar junto con otros presos más y un buen número de soldados, y en esta navegación se levantó una tempestad que parecía no tener fin.
Hechos 27:20. Y no apareciendo ni sol ni estrellas por muchos días, y acosados por una tempestad no pequeña ya habíamos perdido toda esperanza de salvarnos.
Ni sol ni estrellas por muchos días aparte de una tempestad, y para terminar de rematarla, habían perdido la esperanza de salvarse. Quizás este sea tu caso, amado hermana(o). Quizás en tu vida, hogar, matrimonio, en el área que sea, la tempestad se ha levantado de modo que parece que es el fin de todo; ni una lucecita aparece ni de día ni de noche, los problemas en vez de opacarse aumentan cada vez más, y la esperanza va decayendo; pero te diré que en aquella barca iba un siervo de Dios llamado Pablo y fue a través de él como Dios se manifestó, trayendo consuelo a la vida de todos ellos.
No ver el sol uno o dos días quizás no sea mucho, pero no ver ni una luz de respuesta durante muchos días es tremendo; muchos de los que estaban a bordo habían perdido la esperanza de salvarse, pero Pablo nunca la perdió, ya que Dios es quien controla la tempestad, y lo que un día comienza un día va a terminar. Por eso, hermano(a) en la fe, por más contrario que sea el viento, por más difíciles que se pongan las cosas, por más oscura que sea la noche y no haya luz en el día, Dios te ha dicho NO TEMAS, porque es necesario que llegues a tu objetivo.
Son muchas las veces que Dios nos hace pasar a través de tempestades que parecen no tener fin, y en muchas ocasiones, si las pequeñas luces alumbraran nos impedirían ver la Luz Verdadera que es Cristo Jesús y esa Luz nunca deja de alumbrar; lo glorioso de esto es que esa Luz no alumbra de afuera hacia adentro, sino más bien de adentro hacia fuera, y es allí donde entendemos que Dios está en control y que la tempestad, por más cruda que sea, no va hacer más de lo que Dios le ha dicho que haga.


Amado hermano(a), si estás viviendo una situación similar en tu vida y ya estabas a punto de perder tu esperanza en Dios, levanta tu mirada al cielo porque la tempestad tiene fin, y el propósito es que llegues al objetivo que Dios te marcó; si en este momento anhelas recibir el oportuno socorro, la fuerza que viene de lo alto, di esta oración:
Padre Nuestro que estás en los cielos, en este momento declaro que Tú estás en control de toda tempestad en mi vida, proclamo tu Señorío y creo en mi corazón que lo que comenzó un día pronto terminará. En el Nombre Poderoso de Jesús recibo fuerzas de lo alto para continuar adelante, amén.

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