martes, 22 de enero de 2013

La Taza de Té - reflexiones - vídeo

Un hombre calvo y demacrado se hallaba en su cama, con la cara pálida, ya que le habían trasplantado la médula ósea porque tenía leucemia.
La enfermera Hanne Dina se le acercó, le saludó y le preguntó si quería sopa, y él dijo que no, que sólo quería dormir. Al rato Hanne le llevó la medicina y él se la tomó con disgusto y volvió a hundirse en la almohada.
Hanne fue a la cocina del hospital, hizo para ella una taza de té, preparó una bandeja, colocó la tetera y dos tazas y se dirigió al cuarto del enfermo, preguntándole: ¿Le molesto si tomo el té aquí? Quisiera ver las noticias aquí mientras tomo el té.
Claro que no me molesta respondió. Ella encendió el televisor mientras le decía: Traje una taza extra por si quiere té. Sí, me sirve media taza, por favor, respondió el enfermo.
Al día siguiente Hanne volvió de nuevo con la bandeja y dos tazas y así lo hizo durante una semana. Pocos días después el enfermo se fue: se había restablecido lo suficiente para irse a terminar su convalecencia en su casa.
Cuatro meses más tarde Hanne estaba en un centro comercial cuando oyó una voz potente. ¡Hanne, qué gusto de verla”. La enfermera le reconoció. Era el enfermo de la taza de té. Él la abrazó y presentándole a la esposa , dijo: “Ésta es Hanne, la mujer que me salvó la vida con una taza de té”.
Pequeños gestos pueden mostrar grandes amores y grandes simpatías. No tenemos idea de lo que Dios puede hacer con lo poco que tenemos a mano. Pueden ser dos panes y dos peces pero con el aderezo del corazón, algo milagroso puede suceder. No menosprecies lo que tienes y extiéndelo hoy al que está cerca de ti.
“Les aseguro que Dios no se olvidará de premiar al que dé un vaso de agua fresca a uno de mis seguidores, aunque se trate del menos importante”. Mateo 10:42
Luego tomó los cinco panes y los pescados, y dio gracias a Dios. Partió los panes y los pescados en pedazos y se los entregó a sus discípulos, y ellos los repartieron a la gente.Mateo 15:36
Jesús les dijo: –Denles ustedes de comer. Pero ellos respondieron: –Sólo tenemos cinco panes y dos pescados. Si fuéramos a dar de comer a toda esta gente, tendríamos que ir a comprar comida. Lucas 9:13



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