Queridos Hijos:
Ha llegado a mi conocimiento que muchos de ustedes están molestos porque la gente está tomando mi nombre inadecuadamente.
Cómo me afecta personalmente esta celebración, puede entenderse más fácilmente sólo por aquellos de ustedes que han sido bendecidos como hijos propios. No me importa cómo llamen al día. Si quieren celebrar Mi nacimiento, simplemente llévense bien y ámense unos a otros.
Si les molesta que el pueblo en el que viven no permite una escena mostrando Mi nacimiento, simplemente retiren un par de Santas y muñecos de nieve y coloquen en su lugar una pequeña escena de la Natividad en su propio patio. Si todos mis seguidores hicieran esto, no habría necesidad de tal escena en la plaza del pueblo porque habría muchas de ellas por todo él.
Dejen de preocuparse por el hecho de que la gente no llame al árbol el árbol de la Natividad y lo llamen de Navidad. Fui Yo quien hice todos los árboles. Ustedes pueden y deberían recordarme cada vez que vean cualquier árbol.
Si quieren darme un regalo en honor a Mi nacimiento, aquí les incluyo una lista de posibilidades:
1. No es muy importante escribir cartas de protesta objetando la manera en que Mi cumpleaños es celebrado, pero sí escriban cartas de amor y esperanza a los soldados que están lejos de casa; se sienten terriblemente temerosos y solos en esta época del año. Yo lo sé… continuamente me lo cuentan.
2. Visiten a alguien en un hogar de ancianos. No tienen que conocerles personalmente. Sólo necesitan saber que le importan a alguien.
3. En vez de darles a sus hijos muchos regalos que no saben cómo costear y que ellos no necesitan, inviertan tiempo con los mismos. Cuéntenles la historia de Mi nacimiento y por qué vine a vivir aquí con ustedes; sosténganles en sus brazos y recuérdenles que les amo.
4. Escojan a alguien que les haya lastimado en el pasado y perdónenle.
5. ¿Saben que alguien en su pueblo intentará quitarse la vida en esta época porque se siente muy solo y desesperanzado? Ya que no saben quién es esa persona, intenten darles a todos con quienes se encuentren una cálida sonrisa; puede hacer una gran diferencia. También podrían considerar apoyar a la Línea local de indigentes: hablen con gente así todos los días.
6. En vez de quejarse de cómo llaman los comerciantes de su pueblo al festivo, sean pacientes con la gente que trabaja por él. Denles una sonrisa cálida y una palabra amable. Aunque no se les permita desearles a ustedes una “feliz Navidad”, eso no les impide a ustedes deseársela a ellos. Entonces, dejen de comprar allí el domingo; si la tienda no hiciera mucho dinero ese día, cerrarían y dejarían a sus empleados disfrutar el día en casa con sus familias.
7. Si realmente quieren hacer la diferencia, apoyen a un misionero, especialmente a alguno que lleve Mi amor y Buenas Nuevas a aquellos que nunca han oído Mi nombre; posiblemente conozcan ya a alguien así.
8. Aquí tienen una buena idea: hay individuos y familias completas en su pueblo que no sólo no tendrán un árbol de Navidad, sino que tampoco tendrán regalos que dar o recibir. Si no saben quiénes son, entonces compren algo de comida y unos cuantos regalos y dénselos a alguna entidad de caridad que crea en Mí, y ellos harán la entrega por ustedes.
9. Finalmente, si quieren hacer una declaración sobre su fe y lealtad para Conmigo, compórtense como cristianos. No hagan cosas en secreto que no harían en Mi presencia; dejen que la gente sepa que son de los míos por sus acciones.
P.D. No lo olviden. Soy Dios y puedo cuidar de Mí mismo. Sólo ámenme y hagan lo que les he dicho que hagan; me encargaré del resto. Revisen la lista de arriba y pónganse a trabajar: el tiempo es corto. Les ayudaré pero la pelota está de su lado. Tengan una bendita Navidad con todos a quienes aman y, recuerden que les amo.
Vuestro Padre
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