Dirigiéndose a todos, declaró: Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz cada día y me siga.
Lucas 9:23
Nueva Versión Internacional (NVI)
Tal vez muchos de ustedes recuerdan la película "Regreso al Futuro", donde su principal protagonista, un muchacho como de 18 años, Michael J. Fox, nos deleitaba con sus historias de ciencia ficción y fascinantes viajes al futuro. Hoy Michael tiene 51 años, está casado y tiene cuatro hijos, y desde hace poco más de 20 años fue diagnosticado con el mal de Parkinson, siendo esta una enfermedad degenerativa que ataca principalmente a la gente de edad y que hasta ahora no tiene cura.
Hace poco, estuve leyendo una entrevista que le hicieron y me llamó la atención la forma en que él asumió esta situación; me recordó las palabras de Jesús, cuando decía a sus discípulos: "si alguno quiere ser mi discípulo, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame", pues de alguna manera, Michael nos está enseñando una lección de vida, que nos puede ayudar a entender en forma más profunda el significado de las palabras de Jesús y lo que significa negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirle, aunque desconozco si practica alguna religión o es creyente.
Aunque todos pasemos por situaciones diferentes, cada uno tiene su propia carga, su propia cruz, pero no siempre estamos dispuestos a cargarla o llevarla con gusto cada día, sino que muchas veces querríamos llevar la carga de otros, e incluso hay muchos que, además de su propia cruz, cargan la de otros, sean familiares o no; en otras ocasiones, hay quienes están renegando de su suerte y maldiciendo en el peor de los casos.
Volviendo al caso de Michael, lo que hizo, después de mucha lucha interior, fue aceptar que tenía esta enfermedad y en vez de luchar contra ella, es decir contra sí mismo, porque la enfermedad está en su cuerpo, decidió aprender a convivir con ella, día a día, como en un matrimonio, en el que aunque comienzas a ver los defectos de tu pareja, tienes que aceptarla y aprender a convivir con ella. Pero no lo hizo de mala gana, sino con una actitud positiva y hasta con sentido del humor, cierto humor negro, pero humor al fin y al cabo, y con esto ha conseguido vivir más feliz y con expectativas reales acerca de su condición; mientras, otros están devastados física y emocionalmente, pero él cuenta sus bendiciones. En su repertorio cuentan que dice: “¿quién necesita un cepillo de dientes eléctrico, cuando tú tienes una mano vibradora?” Está sometido a un tratamiento y a pastillas de por vida, que le ayudan a controlar sus movimientos involuntarios, pero que no le sanan.
La aceptación es el primer paso para profundizar en el significado de las palabras de Jesús, de tomar su propia cruz, su propia carga; pero no se trata sólo de aceptar una u otra situación, sino de una aceptación totalmente sincera de nosotros mismos, de todo lo que representa nuestra vida, porque por lo general, todo lo que nos toca en una área afecta a todas nuestras áreas de la vida. Hay que aceptar lo que somos, nuestra herencia, nuestra familia, nuestro trabajo, nuestra situación, las consecuencias de nuestros errores, nuestro país y además, aceptar las enseñanzas de Jesús, aceptar su palabra, someternos a él cumpliendo sus mandamientos; ¿o si no, qué objeto tendría seguirle y querer ser sus discípulos, si no estamos dispuestos a aceptar su voluntad?
No se trata de ser conformista, o de tener fe y esperar que Dios haga un milagro y transforme nuestra situación o condición; se trata de aprender a vivir, de llevar nuestra cruz día a día, de aprender a ser felices y vivir con esperanza a pesar de las circunstancias, a pesar de que todo parece estar en contra, aunque no tenga sentido que estemos gozosos.
Nunca es tarde para que nos comience a gustar lo que hacemos, el trabajo que realizamos; como tampoco lo es para amar a la familia que tenemos, el país donde vivimos, para gozarnos, para disfrutar y contar las bendiciones, en vez de quejarnos por lo que nos falta o no tenemos; tampoco es tarde, para que nos valoremos, para que nos amemos a nosotros mismos y comencemos a irradiar el amor de Dios en nuestra vida a los demás.
Si la vida nos da limones, hagamos una limonada e invitemos a nuestros amigos a refrescarse y reírse con nosotros, aunque seamos el motivo de la burla. Hay situaciones que no se pueden cambiar, pero sigamos confiando y esperando en el Dios de nuestra salvación, y que Dios nos ayude cada día a entender su palabra y a ponerla por obra; de esto trata seguir a Jesús y ser sus discípulos.
A veces, los tiempos y las situaciones difíciles son las que nos impulsan, motivan y nos desafían para superarlas. ¿Sabías que las cometas se elevan con el viento en contra? Si quieres volar alto, no le tengas miedo a las alturas, ni a los vientos en contra y deja que tus pensamientos, tu alma y tu espíritu, se eleven por encima de lo terrenal y mundano.
Sentado a la espera de un atardecer
Gritando sobre un lago viendo el cielo azul
Esta realidad
que comienza a hablar De ti
Las aves muy temprano cantan tu canción
El césped del camino es un poema de
tu indeleble voz
Quien formo mi alrededor
Puedo sentirte cerca en risa y en dolor
Cuando me brinca el corazón al meditar
Estas en lo profundo de cada respirar
Con las estrellas me hablas
Y cada día siento que me muestras tu bondad
Mirando al horizonte desde donde estoy
Pierdo entre las nubes mi imaginación
Y una suave voz
que comienza a hablar de ti
Las hojas van cayendo a mi alrededor
Se queda en el pasado lo que me dolió
Y hoy puedo entender
que me cuidas con tu amor
//Puedo sentirte cerca en risa y en dolor
Cuando me brinca el corazón al meditar
Estas en lo profundo de cada respirar
Con las estrellas me hablas
Y cada día siento que me muestras tu bondad //
Cada día tu me muestras tu bondad
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