Hoy he estado pensando en el tiempo que creo que preciso. Cuando salí a trabajar me dije: ¡Caramba!, cuánto necesito yo de más tiempo, pero lamentablemente tengo sólo 24 horas al día. Pensaba que la gente más ocupada, parece como si tuvieran más tiempo que los menos ocupados. Y la gente con menos compromisos y responsabilidades en la vida, parece que nunca tienen tiempo suficiente. ¿Por qué es así?
Entiendo que mi responsabilidad hoy es economizar tiempo; muchas veces lo he empleado y perdido con las cosas menos importantes. He notado que la gente ocupada tiende a organizar sus vidas de manera que quieren aprovechar cada minuto disponible. Muchos de ellos se desenvuelven en intrincadas organizaciones cívicas y además, tienen tiempo para sus familias, tiempos de ocio y recreo, e incluso tienen tiempo para la iglesia.
La Biblia declara que nosotros, como cristianos, tenemos que aprovechar bien el tiempo porque los días son malos. Una persona que ha aprendido a aprovechar cada minuto del día, ha aprendido a emplear la sabiduría de Dios. Sé que hoy yo debo emplear tiempo suficiente, que sea como una oportunidad para servir a Dios y cumplir sus mandamientos en mi vida.
La Biblia declara que nosotros, como cristianos, tenemos que aprovechar bien el tiempo porque los días son malos. Una persona que ha aprendido a aprovechar cada minuto del día, ha aprendido a emplear la sabiduría de Dios. Sé que hoy yo debo emplear tiempo suficiente, que sea como una oportunidad para servir a Dios y cumplir sus mandamientos en mi vida.
Hoy he descubierto que en verdad tengo tiempo para todo y sobre todo para lo que es más útil y provechoso. Cuando mi mente no está enfocada en las cosas del Señor, en la Palabra de Dios y en la oración, entonces siento que mi vida parece un pequeño barco dando vueltas en medio de un lago, una vida sin sentido. La manera como nosotros usamos el tiempo, es un indicativo de la clase de calidad de nuestro caminar con el Señor.
Hay muchos ladrones de tiempo que roban horas preciosas del mismo, tiempo que podría usarse para cosas productivas y significativas de la vida. La televisión es un gran ladrón de tiempo; nos seca el alma y nos deja sin productividad. Buena idea sería dedicar a la familia las horas que se gastan ante la televisión. Otros ladrones de tiempo son nuestras aflicciones, el trabajo, nuestras relaciones, etc.
Hoy entiendo que tengo la misma cantidad de horas que otra persona tiene. En vez de anhelar tener más tiempo o más horas, hoy decido usar las horas que tengo de tiempo, para organizar mi vida de tal manera que pueda hacer la mejor inversión futura del tiempo, tanto para mi vida como para el Reino de Dios.
Señor Gracias por cada hora que me das. Quiero hacer lo mejor con esa hora en este día. Amén.
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