lunes, 18 de febrero de 2013

Supera tus errores, vuelve a comenzar - Mensaje - vídeo

Un error, según el diccionario, es algo equivocado o desacertado. Puede ser una acción, un concepto o una cosa que no se realizó de manera correcta. Partiendo de este punto, habernos equivocado o cometido un error, independientemente del tiempo que haya pasado, y recordarlo sin haberlo superado, siempre nos traerá, junto con el recuerdo, un sentimiento de dolor y en ocasiones de impotencia al no poder hacer nada al respecto.
A veces hay momentos en los que querríamos tener una especie de maquina del tiempo, para regresar y corregir aquello que en el pasado hicimos mal y de lo que hoy vivimos arrepentidos o con cierta tristeza, e  intentar cambiar lo que en su momento debió ser lo correcto. A veces duele no poder hacerlo, no poder retroceder para evitar ese error cometido, pero duele más vivir cargando con la culpa de todos esos errores pasados en el presente.
Todos nos equivocamos, dejaríamos de ser humanos si no cometiéramos errores, algunos fallamos en unas cosas y otros en otras, esa nuestra naturaleza humana; y es que el error lo notamos cuando ya las cosas han pasado, cuando analizamos y el resultado no es el que esperábamos. Pero es también al equivocarnos cuando nos damos cuenta de que nos falta mucho por aprender, y que en ocasiones es la única manera de valorar y comprender las situaciones de la vida.
Duele darse cuenta cuando se comete un error, cuando se tomó una decisión o actitud equivocada, pero detrás de cualquier sentimiento está la parte más importante: el aprendizaje que nos ha dejado haber cometido esa equivocación. Aceptar que cometimos un error es el primer paso para superarlo; una persona que no acepta que se equivocó, difícilmente puede corregir su rumbo. El segundo paso es perdonarse a sí mismo; de nada sirve reconocer que cometiste un error si no lo vas a superar, si en vez de pensar en la lección que recibiste, solamente piensas en que echaste a perder algo importante y no hay nada más que hacer.
Vivir culpándote continuamente por haber hecho mal las cosas sólo traerá sentimientos de tristeza a tu vida, las malas decisiones que un día tomaste con respecto a tu situación sentimental, laboral o familiar ya fueron, ya pasaron, y hoy vives un presente que necesita que te despojes del pasado para continuar hacia el futuro. Todos aprendemos de nuestros errores, no es necesario que te culpes a cada momento por lo que hiciste o dejaste de hacer hace tiempo; lo que necesitas es preocuparte de no volver a cometer los mismos errores y confiar en que Dios te dará una nueva oportunidad.
Tal vez creas que por haberte equivocado perdiste cualquier otra oportunidad para ser feliz, pero ten en cuenta que las personas o situaciones que te niegan las oportunidades no son las que determinan el rumbo de tu vida. Nuestro destino lo decidimos nosotros mismos, y tú tienes en una mano la determinación para hacerlo y en la otra la oportunidad que Dios te da para que vuelvas a comenzar otra vez.
Qué importante es darte cuenta de tus errores, pero más importante aún es saber superarlos y comenzar de nuevo, dejar la culpa y la tristeza por haberte equivocado y retomar las riendas de tu vida escribiendo una nueva historia. Un nuevo comienzo de la mano de Dios te dará la seguridad para continuar en el camino y descubrir muchas más oportunidades que Él tiene para ti.

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

2 Corintios 5:17


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