Pero en algunas ocasiones nos aprovechamos de la SOBERANÍA de Dios, tenemos por tardanza su venida, lo tenemos como una cajita de emergencias sólo cuando le necesitamos y estamos en escasez, enfermedad, en tribulaciones. Y cuando todo marcha bien, cuando tenemos alimento en nuestras casas, cuando estamos con salud, hacemos una oración mecánica antes de dormir y listo.
Dios es soberano y cada mañana son nuevas sus misericordias. Por cada momento que tengamos alimento, estemos sanos y todo vaya bien, deberíamos tener una alabanza de gratitud en nuestra vida, ya que Él dijo que en todo momento demos gracias.
Pero Él siempre es Soberano se lo agradezcamos o no, Él siempre está para nosotros, Él no es como nosotros, que si nos sucede algo malo primero le culpamos a Él y nos enojamos con Él. Él no hace igual con nosotros.
Misericordioso y clemente es Jehová;
Lento para la ira, y grande en misericordia.
No contenderá para siempre,
Ni para siempre guardará el enojo.
No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades,
Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.
Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, Engrandeció su misericordia sobre los que le temen. Salmo 103:8-11
Lento para la ira, y grande en misericordia.
No contenderá para siempre,
Ni para siempre guardará el enojo.
No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades,
Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.
Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, Engrandeció su misericordia sobre los que le temen. Salmo 103:8-11
Seamos más agradecidos con el único Soberano Dios, porque soberano es Él. El único que es perfecto en bondad y amor.
Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén. Apocalipsis 1:5-6
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