lunes, 19 de marzo de 2012

Hoy… Desecharé la superstición



Porque en Jacob no hay agüero, ni adivinación contra Israel.    Números 23:23
¡Estas palabras deberían arrancar de raíz todos los temores pueriles y supersticiosos!
Aún cuando hubiese alguna verdad en la hechicería y los agüeros, el pueblo de Dios no debería dejarse afectar por ellos. A quienes Dios bendice no puede maldecir el diablo.
Hombres sin temor de Dios, como Balaam, pueden conspirar astutamente contra el pueblo de Israel, pero su silencio y mentira fracasarán. Su pólvora está húmeda y embotado el filo de su espada. Se juntan en asamblea, pero en vano, porque Dios no está en medio de ellos.
Bien podemos permanecer tranquilos y dejarles tender sus redes; a buen seguro que no caeremos en ellas.
Aun cuando soliciten la ayuda de Belcebú, y se sirvan de todas sus artimañas, de nada les valdrá; todos sus encantamientos saldrán fallidos y a sí mismos se engañarán.
¡Cuán grande bendición es ésta! ¡Y cómo tranquiliza el corazón! Los Jacob de Dios pelean con Dios, mas ninguno peleará con ellos y vencerá. Los Israel de Dios tienen poder cerca de Dios y triunfan, mas ninguno podrá prevalecer contra ellos.
No temamos al enemigo mortal de nuestras almas, ni a los enemigos ocultos cuyas palabras son mentirosas y cuyos proyectos, insondables. Jamás podrán dañar a quienes confían en el Dios viviente. Nosotros desafiamos al diablo y a todas sus legiones juntas.
Hoy por eso me visto de autoridad y permanezco firme en la Palabra de Dios.
Señor, en este día estoy consciente del poder que me rodea y la autoridad que me reviste. No importa cuanta superstición me rodea o ataques pueda recibir, porque tu estarás conmigo y si Dios es conmigo quién contra mi. Amén.

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