jueves, 29 de noviembre de 2012

Una noche de esas - Devocional - vídeo

“Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia”.
Génesis 15:5
Era una noche de esas en las que me sentía sin fuerzas. Pese a considerarme un “buen servidor” no estaba viendo en mi vida nada de lo que Dios me había prometido, las cosas no estaban marchando bien y mi corazón se sentía herido por muchas cosas que estaban pasando a mi alrededor.
Por un momento pensé la típica frase que, aquellos que creemos que somos “buenos” y que merecemos “más” de Dios, solemos decir en algún momento de nuestra vida: “Señor, si yo te sirvo con todo mi corazón, ¿por qué permites que me pase esto?”  A veces creemos que Dios tiene que tener trato preferente para nosotros y por ello no tienen que venir a nuestra vida momentos difíciles, ¡Qué equivocación más grande!
una-noche-de-esasSeguramente todos hemos pasado por una noche de esas en las que por alguna extraña razón nos sentimos desprotegidos del todo, y que al ver los cambios tan drásticos que están ocurriendo en nuestra vida y nuestro entorno sentimos que algo está fallando.
Mientras estaba en mi cuarto, pensaba en todo lo que yo anhelaba que sucediera, pero volviendo  a mi realidad era todo lo contrario. Mientras lloraba hablando con Dios, sentía una presencia única, ya que esa noche era una de esas en donde Dios se habría de manifestar en mi vida.
Yo creía tener el plan perfecto para mi vida y lo que anhelaba del Señor pero, hasta ese momento, no me había podido percatar de que esa noche era una de esas en las que Dios iba a comenzar a dar forma a lo que realmente Él quería para mi vida.
Como la noche que habló con Abraham y le dijo: “Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia” y es que esa era también una noche de esas.
Y es que a veces creemos que tenemos el plan perfecto para nosotros; lo proyectamos creyendo que se tiene que cumplir tal y como lo diseñamos, pero lo que sucede es que muchas veces no nos damos cuenta de que Dios tiene trazado para nosotros un plan perfecto, mejor que el que nosotros habíamos pensado como tal.
Todo lo que estaba sintiendo esa noche y lo que en mi vida estaba sucediendo, era la pauta que provocaría que el plan perfecto de Dios para mí se llevara a cabo en mi vida. Hasta antes de ese momento yo creía que todo estaba destrozado, que los planes que tenía para mi vida se habían venido abajo y que nada volvería a ser lo ideado.
Y definitivamente no iban a ser lo que yo creí, porque Dios comenzaba a obrar de la manera más perfecta que lo podía hacer; mi vida iba a tomar el giro que se necesitaba para llevar a cabo el PLAN PERFECTO DE DIOS.
Fue una noche de esas en las que Dios me dio nuevas fuerzas y puso paz en mi corazón, provocada porque lo nuevo que vendría iba a ser mejor de lo que había estado pasando en el pasado.
A veces es necesario que vivamos una noche como ésas en donde sentimos que todo se viene abajo, pues eso será nada más que la pauta para que el PLAN PERFECTO DE DIOS comience a tomar forma en nuestra vida.
Y es que Dios es un Arquitecto de primera, sus planos son perfectos y también los mejores trazados que pueda haber. Por esta razón, cuando una noche de esas se presente, mira las estrellas del cielo porque así serán las bendiciones que Dios derramará sobre tu vida.
Si estás pasando un momento difícil, ¡vete delante del Señor y que esta noche se pueda convertir en una noche de esas, una noche inolvidable y que marque tu vida para siempre!

Dios tiene un Plan Perfecto para ti, nunca lo dudes.



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