No estoy en contra de la tecnología, ni nada por el estilo, de hecho la utilizo mucho; muchas veces es de bendición pero Dios no quiere que la lleguemos a idolatrar. Por ejemplo: El teléfono móvil.
Vamos en el autobús, en el coche, caminando, y no hay persona que no lo vaya utilizando, hasta cuando vamos a dormir lo usamos.
Usar el móvil es bueno pero a veces no nos despegamos de él ni en la iglesia y no prestamos atención.
Pero hay algo importante: en la Biblia se nos dice que podemos usar nuestros bienes para bendición, pero todo con medida.
Honra a Jehová con tus bienes,
Y con las primicias de todos tus frutos. Proverbios3:9
Y con las primicias de todos tus frutos. Proverbios3:9
Pero cuidado cuando no estamos tranquilos y en paz hasta tener el último modelo de móvil, o cuando dejamos olvidado éste en casa y regresamos a recogerlo; pero no hacemos lo mismo cuando dejamos la Biblia.
El móvil lo visten de colores y tecnología, y eso es bueno, pero la Palabra de Dios es tu Palabra de vida; no reemplaces la Biblia por un aparato quizá por vergüenza a que te vean en la calle que llevas tu Biblia, o quizá por la concentración necesaria para escudriñar las escrituras y no terminas de hacerlo porque quieres atender, primero, las llamadas que recibas. Todo esto sea para edificación; nunca estaré en contra de la tecnología, sólo hay que saberla usar.
Siéntete orgulloso de llevar las buenas nuevas (noticias), así como te sientes orgulloso cuando todos tus amigos te ven el nuevo móvil que compraste.
Pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicia de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa.
Y éstos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen la palabra y la reciben, y dan fruto a treinta, a sesenta, y a ciento por uno. Marcos 4.19-20
Y éstos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen la palabra y la reciben, y dan fruto a treinta, a sesenta, y a ciento por uno. Marcos 4.19-20
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