viernes, 17 de agosto de 2012

Trampa para Gorriones - Reflexión

Había una pequeña niña que verdaderamente parecía creer en el poder de la oración. Sus padres se sorprendían a menudo del vigor con que oraba y su inquebrantable confianza en que Dios no sólo había escuchado sus oraciones, sino que estaba en el proceso de contestarlas de la manera que ella deseaba.
Un día, su hermano mayor construyó una pequeña trampa para cazar gorriones, y a la niña le pareció muy repugnante. Sintió pena por los pájaros que pudiese cazar y se enojó con su hermano por lo que estaba haciendo. Cuando él se negó a responder a sus discusiones y ruegos, ella le informó a él y a toda la familia: “Voy a orar por esto”.
Tres noches después, su rostro estaba radiante mientras oraba a la hora de acostarse, expresando con absoluta fe su seguridad en que las trampas no iban a funcionar, y que ningún pájaro sería lastimado. Al terminar su oración, le preguntó su madre: “Hija, ¿cómo puedes estar tan segura de esto?”
La pequeña sonrió y dijo: “Porque salí hace tres días y rompí la trampa a puntapiés.”
Aunque sería poco sabio tomar todas las cosas en nuestras manos, ¡siempre lo será (ser sabio) comenzar por poner todo los asuntos en las manos de Dios!
Ore como si todo dependiese de Dios y trabaje como si todo dependiese de usted.
Santiago 2:26
La fe sin obras está muerta.

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