lunes, 13 de agosto de 2012

Equipo Hoyt - La historia de Rick Hoyt - Reflexión

El Equipo Hoyt son un padre (Dick Hoyt, nacido el 1 de Junio del 1940) e hijo (Rick Hoyt, nacido el 10 de Enero del 1962) en Massachusetts que competían juntos en maratonestriatlones y otros desafíos físicos. Rick tiene una discapacidad adquirida al momento de nacer por falta de oxígeno a su cerebro, ya que su cordón umbilical se enredó alrededor de su cuello lo que le originó una parálisis cerebral. Dick le lleva en una silla especial acoplada al frente de su bicicleta, le arrastra en un bote especial cuando ellos nadan y le empuja en una silla de ruedas adaptada cuando ellos corren.
Gracias a sus padres, que ignoraron el diagnóstico de los médicos que indicaron que él se mantendría en un estado vegetal persistente, y a los ingenieros de la Universidad Tufts, que reconocieron que su sentido del humor indicaba inteligencia, a la edad de 12, Rick fue capaz de aprender a usar una computadora especial para comunicarse, usando movimientos de su cabeza. Las primeras palabras que él logró escribir fueron "Vamos Bruins!"(un famoso equipo de hockey sobre hielo), y es entonces cuando la familia comprendió que era un fanático de los deportes.
Ellos entraron a su primera carrera en 1977, una carrera benéfica de 5 millas, en sustitución de un jugador de lacrosse lesionado que fue compañero de escuela de Rick.
Dick es en la actualidad un Teniente Coronel retirado de la Fuerza Armada de los Estados Unidos en la Guardia Nacional Aérea. Rick logró un Grado académico de la Universidad de Boston en Educación especial y ahora trabaja en el Colegio de Boston. Ellos continúan compitiendo en carreras y además, son Oradores motivacionales.
Hasta junio del 2005, el Equipo Hoyt participó en un total de 911 eventos, incluyendo 206 triatlones (6 de los cuales fueron competiciones Ironman), 20 Duatlones y 64 Maratones, incluyendo 24 maratones de Boston consecutivas. Ellos, además, han corrido en bicicleta a lo largo de los Estados Unidos en 1992, e hicieron una carrera de 3.735 millas que les llevó 45 días finalizarla..
Durante los últimos 35 años, Dick, de 72 años, ha empujado y tirado de su hijo por todo el país, pasando sobre cientas líneas de meta. Cuando Dick corre, Rick está en una silla de ruedas que Dick va empujando. Cuando Dick va en bicicleta, Rick están en un asiento especial sujeto al frente de la misma. Cuando Dick nada, Rick está en una pequeña pero pesada balsa, estabilizada firmemente, que es empujada por Dick.
Cuando nació Rick, en 1962, el cordón umbilical se enrolló alrededor de su cuello y cortó el flujo de oxígeno a su cerebro. A Dick y a su esposa, Judy, se les dijo que no había esperanza de que su hijo se desarrollara.
“Ha sido una historia de esfuerzo desde que nació”, me dijo Dick. “Cuando tenía 8 meses, los doctores nos dijeron que deberíamos hacernos a la idea de que estaría en estado vegetativo toda su vida,  y ese tipo de cosas. Bueno, esos doctores ya no están vivos ahora, me gustaría que pudieran ver a Rick ahora”.
La pareja llevó a su hijo a casa con la determinación de criarlo de la manera más “normal” posible. En cinco años, Rick tuvo dos hermanos menores, y los Hoyt estaban convencidos de que Rick era tan inteligente como sus hermanos. Dick recuerda su lucha para hacer que las autoridades de la escuela local le entendieran: “Como no podía hablar, pensaron que no sería capaz de entender, pero eso no era cierto”. Estos padres dedicados le enseñaron a Rick el alfabeto. “Siempre quisimos incluir a Rick en todo, por eso quisimos que fuera a la escuela pública”.
Un grupo de ingenieros de la universidad de Tufts llegaron al rescate, una vez que vieron algunas pruebas claras de las habilidades de comprensión de Rick. “Le contaron un chiste, y Rick se mató de la risa” cuenta Dick. “¡Ellos entendieron que podía comunicarse!”. Los ingenieros, entonces, iniciaron la construcción de una computadora interactiva que le permitiría a Rick escribir sus pensamientos usando los ligeros movimientos de su cabeza; para esto utilizaron US$5000 que la familia logró juntar en 1972. Un cursor se movía por una pantalla llena de filas de letras, y cuando el cursor alumbraba la letra que Rick quería, el apretaba un switch con la parte lateral de su cabeza.
Cuando trajeron la computadora por primera vez a casa, Rick sorprendió a su familia con su primera “palabra hablada”. Ellos esperaban un “Hola Papá” u “Hola mamá”, pero Rick escribió “¡Vamos Bruins!” Los Boston Bruins estaban en las finales de la Copa Stanley esa temporada, y la familia se dio cuenta de que él había estado siguiendo los juegos de hockey al igual que el resto. “Así aprendimos que a Rick le gustaban los deportes”, cuenta Dick.
En 1975, Rick fue finalmente admitido en una escuela pública. Dos años después, le dijo a su padre que quería participar en una carrera benéfica de 5 milllas sustituyendo a un jugador de lacross local que se había quedado paralítico en un accidente. Dick, quien definitivamente no era un corredor de distancias, aceptó empujar a Rick en su silla de ruedas. Terminaron en penúltimo lugar pero sintieron que habían logrado un triunfo. Esa noche, Dick recuerda: “Rick nos dijo que no se había sentido como un discapacitado mientras competía”.
Este descubrimiento de Rick se transformó en un nuevo horizonte abierto para él y su familia, y así el “Equipo Hoyt” empezó a competir en más y más eventos. Rick me habló sobre el proceso de transformación utilizando su ya familiar, pero dolorosa, técnica de seleccionar letras del alfabeto.
“Lo que quiero decir cuando digo que no me siento discapacitado cuando compito es que soy como cualquier otro atleta, y creo que muchos otros atletas se sienten de la misma manera. Al inicio nadie me hablaba. Sin embargo, después de unas cuantas carreras, algunos atletas se me acercaban y empezaban a hablarme. Durante los primeros días, un corredor, Pete Wisnewski, hacía una apuesta conmigo en cada carrera sobre quien de los dos ganaría. El perdedor colgaría el número del ganador en su cuarto hasta la siguiente carrera. Ahora muchos atletas se me acercan antes de las carreras o triatlones para desearme suerte”.
Es difícil imaginar la resistencia que encontraron los Hoyt al inicio, pero la actitud cambió cuando entraron a la Maratón de Boston en 1981, y terminaron dentro del primer cuarto de los participantes. “Nadie quería a Rick en una carrera de caminos. Todos nos miraban, nadie nos hablaba, nadie quería tener nada que ver con nosotros. Pero no los culpaba, la gente normalmente no está educada, y nunca habían visto a nadie como nosotros. Sin embargo, con el paso del tiempo, se dieron cuenta de que era una persona como cualquier otra. Además, él tiene un gran sentido del humor.”
Después de 4 años de maratones, el equipo Hoyt intentó su primer triatlón, por lo que Dick tuvo que aprender a nadar. “Me hundí como una piedra al principio”, recuerda Dick sonriendo, “y no me había subido a una bicicleta desde que tenía 6 años.”
Con una bicicleta adaptada para cargar a Rick en el frente, y un bote atado a la cintura de Dick mientras nadaba, los Hoyt llegaron segundos en la competición que se llevó a cabo el día del Padre en 1985. “Ese fue mi regalo de Día del Padre de Rick”, dice Dick.
Desde aquellos días continúan compitiendo, en su país y en el extranjero. Generalmente tratan de mejorar sus tiempos de llegada. “Rick es el que me inspira y motiva por la manera en que ama competir en los deportes”.
Rick contesta diciendo: “Mi padre es mi modelo a seguir. Una vez que se decide a hacer algo, hace lo posible por lograrlo, no importa lo que sea. Por ejemplo, cuando decidimos participar en un triatlón, papá entrenó, hasta 5 horas al día, 5 veces a la semana, incluso cuando estaba trabajando”.
Claro que no todos los obstáculos han desaparecido para los Hoyt. A Dick aún le “molesta” cuando la gente se incomoda porque Rick no puede controlar completamente su lengua cuando come. “En los restaurantes la gente, mayormente la gente mayor, se retira cuando ven la comida de Rick salir por su boca, o se cambian de mesa. Pero debo decir que ese tipo de intolerancia está siendo vencida gradualmente”.
Otros logros de Dick, además de los deportivos, incluyen su ingreso en la Universidad de Boston, donde se graduó en 1993 con un grado en educación especial. A eso le siguió, unas semanas después, el ingreso a otra maratón en Boston. “El día de la maratón de Boston, en el camino había gente con letreros que decían: ¡Felicidades por tu graduación!”
Dick obtuvo algo más de todo esto también. Hace 2 años sufrió un ataque al corazón, no muy severo, durante una carrera. Los médicos encontraron que una de sus arterias estaba un 95% obstruida. “Si no hubieras estado en tan excelente forma,” le dijo uno de los médicos que lo atendía, “probablemente hubieras muerto hace 15 años.” Entonces, de alguna manera, Dick y Rick se salvaron uno al otro.
Rick, quien tiene su propio apartamento y trabaja en Boston, y Dick, retirado y que vive en Holland, Mass., siempre encuentran la manera de encontrarse y estar juntos. Dan charlas y conferencias por todo el país y compiten en alguna carrera los fines de semana, incluyendo por supuesto, el día del padre. Esa noche, Rick le obsequió a su padre la cena, pero lo que realmente quería darle era un regalo que nunca podrá comprar."La cosa que más quiero en el mundo es que mi padre se siente en mi silla y que yo le empuje aunque sea sólo una vez…” Mi padre me ama tanto...
"Así como el pastor carga a un cordero, Yo te cargo a tí cerca de mi corazón…"
Isaías 40:11
Para realmente apreciar la grandeza de esta historia de amor, te invitamos a ver el siguiente vídeo 



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