viernes, 10 de agosto de 2012

El Jefe Perfecto - Reflexiones

Había como 70 científicos trabajando en un intenso proyecto. Todos estaban realmente frustrados debido a la presión del trabajo y las demandas de su jefe, pero todos se mantenían leales a su jefe y no pensaron en abandonar sus trabajos.
Un día, un científico se acercó al jefe y le dijo: “Señor, le prometí a mis hijos que les llevaría a la exhibición en el pueblo, así que quiero salir a las 5:30 PM”. Su jefe contestó: “Está bien, puedes irte temprano hoy”.
El científico comenzó a trabajar. Continuó trabajando después del almuerzo.  Como siempre, se involucró tanto que sólo miró su reloj cuando sintió que estaba cerca de terminar.  La hora fue 8:30 PM.  De repente recordó la promesa hecha a sus hijos.
Buscó a su jefe pero no estaba por allí. Habiéndole comunicado su compromiso por la mañana, cerró todo y se fue para su casa. En lo profundo de su ser se sentía culpable de haberle fallado a sus hijos.  Llegó a casa y sus hijos no estaban.
Su esposa estaba sentada en el pasillo leyendo revistas. La situación era explosiva; cualquier conversación podría tener un efecto boomerang.  Su esposa le preguntó: “¿Quieres tomar café o quieres la cena ahora si tienes hambre?”
El hombre respondió: “Si quieres tomar café, yo también… pero, ¿dónde están los niños?”  Su esposa contestó: “¿No sabes?  Tu jefe llegó aquí a las 5:15 PM y llevó a las niños a la exhibición”.
Lo que pasó en realidad fue lo siguiente.  El jefe que le había dado permiso le observaba trabajar con mucha seriedad a las 5.00 PM.  Pensó para sí: esta persona no va a dejar su trabajo, pero si se lo prometió a sus hijos, ellos debieran disfrutar de la visita a la exhibición.  Así que tomó la iniciativa de llevarlos a la exhibición.
El jefe no tenía que hacerlo cada vez.  Pero una vez hecho, se estableció la lealtad.  Esa es la razón por la que todos los científicos en la empresa continúan trabajando para ese jefe a pesar de que el estrés es tremendo.
De paso, ¿pueden adivinar quién era el jefe?  No era otro que el cerebro que estaba detrás de los exitosos programas de proyectiles y armas nucleares de la India: Dr. APJ Abdul Kalam, ex Presidente de la India.
Autor Desconocido
Este pensamiento nos viene como un regalo desde la India.  Pero antes de que alguno pudiese pensar que su aplicación queda comprometida por las diferencias culturales, es preciso enfatizar que el principio de lealtad y solidaridad que la narración plantea son de carácter universales.
A veces nos preguntamos por qué los miembros del equipo no parecieran rendir más o identificarse más con la visión, a pesar de que se la repetimos hasta la saciedad y estamos convencidos de que la comprenden y abrazan. Tal vez la razón sea la falta de compromiso humano que los demás perciben en nosotros.  Tal vez este supervisor indio tenga mucho que decirnos hoy… pongamos atención.

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