jueves, 28 de junio de 2012

Salvación- Poemas Cristianos-Quiero recibir el regalo de salvación-vídeo

¡SALVACIÓN!
Navegaba en mar abierto
Todo parecía ir muy bien
Tantos peligros alrededor,
seguro me sentía,
sin temores, sin dificultad,
sin aflicción.
De pronto, el viento azotó
Mi embarcación,
Las olas, gigantes indomables
Amenazaban mi vida
Me invitaban a sumergirme,
Sin opción naufragué.
Falsa serenidad, efímero placer,
Nunca pensé en tanto dolor,
Tanto miedo y angustia.
En mi desesperación
Clamé: ¡Oh Dios, sálvame!
Me escuchó, mandó a su
Amado Hijo, Jesús.
Me salvó de morir
Me dio un eterno vivir,
En abundancia y bendición.
Mery Bracho
Quiero Recibir El regalo de Salvación.
“Pero Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”  Romanos 5:8.
Recientemente oí una historia interesante sobre 300 pescadores quienes repentinamente se encontraron sobre un témpano de hielo flotante.  Ellos no podían salir de ese témpano porque era como una isla flotante  Cuando los helicópteros llegaron para rescatarlos, solo 100 abordaron  el helicóptero de seguridad.  Los otros 200 rehusaron ser rescatados, porque la pesca era óptima.
He pensado que esta historia es un microcosmos de la realidad de este mundo.  Por cada 100 personas que aceptan el perdón de Dios  y el regalo gratis de salvación mediante la fe en Su hijo, Jesucristo, hay 200 personas que realmente saben que eso es lo mejor para ellos, pero rehusan ser rescatados por Dios, obstinadamente, eligiendo el camino de una pesca asombrosa, de su personalidad o de ofertas baratas de este mundo.
No hay ninguna equivocación en por qué Jesús se refirió a nosotros llamándonos ovejas, ya que las ovejas son animales apocados, con poco ingenio, fácilmente conducidos y desviados, y completamente perdidos sin la presencia constante de nuestro dueño.  Sin embargo la Biblia me presenta al único Dios que mostró su amor para conmigo, amor incondicional a pesar de mis muchos pecados y deficiencias.
El omnipotente Dios me rescató enviando a su hijo cuando yo ya estaba muerto en mis delitos y pecados para darme salvación. No quiero rehusar ese regalo hoy, no quiero ser como aquellos 200 pescadores que rehusaron ser rescatados porque donde estaban había la posibilidad de una gran pesca.  ¿Pero de qué sirve una gran pesca si no puedo salir de donde estoy luego de la gran pesca?
Hoy quiero valorar más lo que Dios ha hecho por mi, enviando a su hijo que lo que el mundo me pueda  ofrecer si después ni siquiera podré salir de donde estoy. Hoy es el día de salvación, hoy es el día aceptable y quiero volverme a Dios y aceptar el hermoso y gran regalo de redención que extiende para mí.
Señor, Gracias por darme la Salvación como un regalo de amor de tu mano.  Amén.



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