Después de su servicio en el ejército, Scruggs se graduó de consejero. Comenzó a soñar con erigir un monumento a sus compañeros, pero abandonó el pensamiento. Volvió a tener la idea en 1979, después de ver El Francotirador, una hermosa película acerca del impacto de Vietnam en un grupo de amigos de una pequeña ciudad. ¡Esta vez está decidido! Aunque no tenía dinero ni una organización que le apoyara, Scruggs usó sus propios fondos para establecer el “Fondo del Monumento a los Veteranos de Vietnam”. Una organización sin fines de lucro, organizó una conferencia de prensa donde dio a conocer sus planes. Reunió a un impresionante equipo de patrocinadores y en julio de 1980, Scruggs y sus voluntarios fueron premiados con un lugar cercano al monumento a Lincoln. Se les dio cinco años para que consiguiesen los fondos para la construcción.
La clave del éxito no está en el tamaño de su meta… ¡sino en un impulso en alcanzarla!
Ningún proyecto vale el papel en el cual está impreso, salvo que lo impulse a usted a hacer algo.
Santiago 1:22
Sed hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos.
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