lunes, 5 de marzo de 2012

Golf divino

Vaya por delante que mi pretensión es siempre la de mostrar la grandeza de Dios, la tremenda generosidad de Jesús para con nosotros al dar su vida para el perdón de todos nuestros pecados, por darnos la gracia de la vida eterna, y  debemos glorificarle, alabarle y darle las gracias por ello. Aparte de esto, y no quiero que nadie se ofenda, mucho menos el Señor, pretendo entretener a la gente. Sólo eso. Perdón de antemano a todos.



Estaban Moisés, Jesús y un viejito jugando golf. Llegan a un hoyo muy difícil porque estaba un lago en el medio. Empieza Moisés y tira, la pelota viaja y cae exactamente en el lago y se hunde. Entonces Moisés camina hasta el lago y levanta el palo, hace que se abran las aguas del lago, baja hacia donde había quedado la bola y de un golpe la saca del fondo. Luego con otro tiro la mete en el hoyo. La gente le aplaude emocionada.
Después, tira Jesús. La pelota viaja otra vez y va caer en el lago, pero se detiene y queda suspendida sobre el agua. Entonces Jesús camina sobre las aguas y con un golpe preciso manda la pelota hasta el hoyo. La gente lo vitorea emocionada.
Por último, tira el viejito. La pelota va otra vez hacia el lago, y cae en él y se va hasta el fondo. De repente, sale del agua un pez con la pelota en la boca y en ese momento pasa un águila y lo pesca en pleno vuelo. El águila se aleja en el cielo con el pez en el pico y entonces una nube negra aparece y sale un rayo que cae sobre el ave y la mata. El ave suelta al pez, el pez suelta la pelota... y la pelota cae exactamente en el hoyo. Es la locura en el campo, la gente aplaude enloquecida. Todos felicitan al viejito.
Jesús se acerca al viejito y le dice: "¡Caray papá, se te fue la mano!
CHAO




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