sábado, 10 de octubre de 2015

¿Cómo es tu actitud ante la vida?

“No es tu aptitud sino tu actitud, lo que determina tu altitud.”
Cuentan que una pequeña, bien perfumada y orgullosa anciana de 85 años, completamente vestida esa mañana, ya a las 8 horas en punto, con su cabello arreglado a la moda y el maquillaje perfectamente dispuesto, se mudaba a un asilo. Su esposo de 88 años había muerto recientemente, lo que motivó la mudanza.
Después de esperar varias horas pacientemente en el recibidor del asilo, sonrió con dulzura cuando se le dijo que su cuarto ya estaba listo. Mientras se desplazaba con su andadera hacia el elevador, le di una descripción detallada de su pequeño cuarto, incluyendo las cortinas que colgaban de su ventana.
– Me encanta…- afirmó con el entusiasmo de un niño de 8 años al que le acaban de regalar una nueva mascota.
– Señora Ana, no ha visto aun el cuarto… espere.
– No importa, respondió. La felicidad es algo que decides con el tiempo. Si me gusta o no mi cuarto no depende de cómo estén colocados los muebles, depende de cómo disponga mi mente. Ya decidí que me gusta. Es una decisión que hago cada mañana cuando me levanto. Tengo una elección: puedo pasar el día en la cama, repasando la dificultad que tengo con las partes de mi cuerpo que no funcionan, o salir de la cama y estar agradecida por las partes del cuerpo que sí funcionan.
Cada día es un regalo, y mientras se abran mis ojos viviré cada nuevo día con los recuerdos felices.
¿Cuál es la actitud que tienes en tu trabajo? ¿Te gusta lo que haces?
¿Cuál es la decisión que haces cada mañana cuando vas a trabajar?
¿Qué pasos vas a dar para mejorar tu actitud?
“Tú eliges como vas a vivir el resto de tus días. Una buena actitud te llevará siempre a mejores lugares.”

Fruto, más fruto, mucho fruto

JUAN 15: 8 En esto se muestra la gloria de mi Padre, en que den mucho fruto y lleguen así a ser verdaderos discípulos míos.”
podarJUAN 15: 16. Ustedes no me escogieron a mí, sino que yo los he escogido a ustedes y les he encargado que vayan y den mucho fruto, y que ese fruto permanezca. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre.”
“Viví durante un tiempo en las montañas de Carolina del Norte, en un lugar conocido como Fruitland (“tierra de la fruta”). El sitio tiene ese nombre por ser una tierra de manzanas. Una día fui a visitar a un miembro de mi iglesia que vivía allí, y su esposa me dijo que estaba en el huerto, podando los árboles.
Así que me fui a observar lo que estaba haciendo. Sin saber por qué lo hacía, le dije: “Va a matar ese árbol”. Se volvió para mirarme, y me dijo: “Encárguese usted de la predicación, que yo me encargo de la poda”. Después me enteré de que para producir una buena cosecha las ramas de los árboles tienen que ser podadas.

No dirás falso testimonio contra tu prójimo

La entrega de los Diez Mandamientos en el Monte Sinaí, es un acontecimiento de suma importancia porque toda la humanidad se vio afectada. El Decálogo fue la base para la creación e interpretación de muchas leyes en muchas naciones, y para regular el devenir de los pueblos, especialmente en Occidente. Cada uno de éstos apunta en dos direcciones, primero, hacia Dios Padre, quien recibe reconocimiento como Dios Único, y segundo, hacia el prójimo, quien como creación del Señor, es respetado en sus derechos establecidos.

leyendo-la-biblia2No dirás falso testimonio contra tu prójimo. 

Un Tribunal de lo penal ha condenado a seis meses de prisión a un hombre de El Escorial, pueblo de la comunidad de Madrid, España, por el delito de falso testimonio. El acusado, que fue condenado junto a otra mujer por el mismo delito, aceptó la condena, y la sentencia tiene carácter firme, es decir, que no puede ser recurrida. Los hechos que dieron lugar a la sentencia, se remontan a la madrugada del 8 de mayo de 2010 cuando, según se declara como hechos probados, el hombre conducía bajo la influencia de bebidas alcohólicas, circunstancia por la que fue acusado de un delito contra la seguridad del tráfico, y posteriormente condenado a la pena de seis meses de multa y dos años y seis meses de privación del derecho de conducir. En el juicio que se siguió contra este conductor, un testigo, ahora condenado, declaró falsamente que quien conducía el vehículo en cuestión no era el acusado, sino la mujer de éste, circunstancia que ella misma confirmó en dicho juicio, también falsamente, como se recoge en la sentencia. Fue entonces cuando se decidió incoar diligencias por un presunto delito de falso testimonio y se decretó la apertura de juicio oral. 
No dirás falso testimonio contra tu prójimo, Deuteronomio 5:20.
Y los principales sacerdotes y los ancianos y todo el concilio, buscaban falso testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte, y no lo hallaron, aunque muchos testigos falsos se presentaban. Pero al fin vinieron dos testigos falsos, que dijeron: Éste dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y en tres días reedificarlo. Mateo 26: 59-61

Con el viento en contra

Cuando era niño veía dibujos y representaciones de las famosas carabelas de Colón, navegando los mares con sus velas infladas por el viento, y con frecuencia me carcomía la curiosidad y la pregunta: -¿Y qué pasa si tengo el viento en contra?
Pasó mucho tiempo hasta que averigüé que cuando el viento está en contra, los marinos colocan las velas en una orientación tal que el mismo viento provoca un vacío en sentido contrario, que "tira" de la vela hacia delante, provocando que el barco avance en lugar de ir hacia atrás.
Hubo un tiempo muy difícil en mi vida. A alguien no le caí bien, y pronto hubo quienes creyeron ser los dueños y me querían fuera de aquel sitio lo antes posible. Comenzó entonces, una estrategia de desgaste y erosión. Todos los días un pequeño acto de provocación, o un comentario ácido, una palabra de descalificación, o cualquier atentado contra mi autoestima. Literalmente me hicieron la vida imposible. Durante un largo tiempo viví angustiado, presionado, y lamentando haber llegado a ese lugar; angustiado por lo que pudo ser y no fue, por haber hallado el viento en contra.
Pero tuve, y tengo como disciplina de vida, no responder al maltrato. No es porque tenga una autoestima tan baja que crea que me merezco lo malo, o porque sea tan ingenuo como para no ver o darme cuenta de ello, o porque sea tan apocado y tenga miedo de atreverme a enfrentarlo. Es en realidad, por un lado, una cuestión de convicciones. O sea, que no se  discute con el diablo, y yo no me presto a ello. Por una parte, es mucho más inteligente que tú; y además, tiene mucha más experiencia. Tengamos en cuenta, que cuando uno se presta a su juego, él siempre tiene las de ganar. Lo suyo es precisamente eso: acusar, desacreditar, destruir, maltratar, herir, humillar...